Ballet Folklórico de México, emblema nacional en el mundo
Se rindió homenaje a Amalia Hernández que celebra 60 años de su creación.
La inspiración inicial de Amalia Hernández para crear el Ballet Folklórico de México, y el esfuerzo posterior de las recientes generaciones de su familia, como Norma López Hernández, Viviana Basanta Hernández y Salvador López López, han hecho de esa institución "uno de los emblemas de la mexicanidad en el mundo", aseguró Rafael Tovar y de Teresa.
Al ser anoche el orador oficial en el Palacio de Bellas Artes, donde se rindió homenaje a la creadora del ballet que este año celebra su 60 aniversario, el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) rememoró que todo comenzó en 1954 con el ballet Folclórico de México, obra que pudo consolidar en 1959 gracias al apoyo del presidente Adolfo López Mateos.
En ese año, explicó el funcionario cultural, el entonces presidente de este país vislumbró un horizonte hacia el mundo, en el que quiso mostrar a México, "por lo que le pidió a Amalia Hernández que este ballet se convirtiera en uno de los embajadores naturales de México, para llevar sus tradiciones, alegría, música y patrimonio dancístico y musical al resto del mundo", dijo Tovar y de Teresa.
Desde entonces, ininterrumpidamente, la presencia e inspiración inicial que tuvo Amalia Hernández, creció y continuó. "Con el correr del tiempo, de las generaciones y su propia familia como el caso de Norma, Viviana y Salvador siempre como el organizador de este esfuerzo, el ballet se ha convertido en uno de los emblemas de la mexicanidad en el mundo", reiteró el diplomático.
Confluyeron talentos en 1959. "Cuando López Mateos, queriendo crear una atmósfera que abriera a México al mundo, pensó que la cultura sería la gran herramienta, pidió a Amalia Hernández que el ballet que había creado se convirtiera en un espacio natural de difusión cultural, y que también, a partir de entonces tuviera en el Palacio de Bellas Artes sus funciones permanentes".
El esfuerzo de Amalia Hernández, con su alegría, su vitalidad y colores, ha sido sin duda alguna uno de los mejores representantes de México a lo largo y ancho del planeta y, por eso, en 1961, tuvo en la ciudad de París su primer gran reconocimiento internacional. "Hoy tiene los mejores comentarios de la crítica internacional y es estrella en los grandes teatros del mundo", añadió.
El responsable de la política cultural del país estimó que este ballet es ejemplo de la conservación de las tradiciones mexicanas, en la formación de artistas en el campo de la danza, "que va dando a cada una de ellas, que con un sentido moderno y actual, va también envolviendo todo el proceso de identidad y tradición que encierra cada uno de los cuadros coreográficos que ha montado".
La velada fue momento de recuerdo para Amalia Hernández, del legado que dejó a México y el talento de todos quienes han participado en este proyecto que lleva su nombre. "Felicidades a todos los integrantes del ballet, que por mucho tiempo seguirá siendo una referencia cultural de México", concluyó Rafael Tovar y de Teresa, luego de gozar la gala que ofreció anoche el ballet.
Antes, en una función de unos 120 minutos, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández lució con una serie de cuadros coreográficos donde hubo Matachines, bailes de Guerrero y de la Revolución, charreada y, como plato especial, su versión del "Huapango" , de José Pablo Moncayo, a quien el programa de mano cita como "Juan Pablo"