Austria no devolverá un Klimt expoliado por nazis
Expertos concluyen que la venta del Friso de Beethoven durante la Segunda Guerra Mundial fue una extorsión.
Una comisión de expertos recomendó este viernes que Austria no devuelva el Friso de Beethoven, un mural de Gustav Klimt, a los herederos del industrial judío al que los nazis expoliaron la obra y que consideran fue comprada luego por el Estado austríaco a un precio injusto y bajo presiones.
La Comisión para la restitución de objetos de arte no consideró válida la argumentación de los herederos de que la prohibición de sacarla al extranjero que acompañó a la devolución de la obra tras la II Guerra Mundial fue lo que obligó a su antepasado a vender la pieza.
Los expertos han considerado que no hay una relación, ni causal ni temporal, entre la venta de la pieza y la prohibición de sacarla al extranjero, amparada por la ley de la época de protección del patrimonio.
En 1972, tras décadas de negociaciones, Erwin Lederer, heredero de la familia, vendió al Estado austríaco el Friso por 15 millones de chelines, unos 680 mil euros o 750 mil dólares, un precio considerado muy por debajo del valor real de la obra.
En el año 2009 se aprobó una reforma legal que abrió la puerta a la restitución de obras cuya adquisición por el Estado estuvo relacionada con la ley de veto a la exportación.
En octubre de 2013, los herederos solicitaron formalmente la restitución, argumentando que Lederer no tuvo otra opción que vender la obra y que la operación fue una especie de extorsión.