Paulina Rubio llega acuerdo con empresario, evita juicio en Miami
La demanda fue presentada en 2010, cuando la cantante no se presentó a un concierto en Colombia.
Paulina Rubio y un empresario que la demandó por no haberse presentado en un concierto en Colombia llegaron a un acuerdo y evitaron ir a juicio el lunes.
"Ambas partes llegaron a un acuerdo amigable", dijo la portavoz del tribunal Eunice Sigler, tras la breve audiencia judicial realizada en los tribunales estatales del centro de Miami.
El anuncio del acuerdo frente a la magistrada Abby Cynamon tuvo lugar después de un proceso judicial de tres años y medio, en el que ambas partes se habían mostrado determinadas a ir a un juicio por jurado.
Tras innumerables postergaciones, el inicio del juicio estaba previsto para este lunes, pero unos minutos antes de su inicio ambas partes se presentaron ante la jueza para decirle que daban por finalizado el proceso ya que habían sellado un pacto confidencial.
A la audiencia de menos de cinco minutos, realizada antes de la hora prevista para el inicio del juicio, no acudió Rubio. Sí, en cambio, estuvo el empresario Carlos Gutiérrez, su abogado Jay Levy; y los defensores de la cantante mexicana, Rey D'Orta y Jorge Ortega. "El caso está al fin, no va a haber juicio. Los dos lados hemos llegado a un acuerdo", manifestó Ortega en una improvisada rueda de prensa tras la audiencia. Dijo que el acuerdo era confidencial y no podía ofrecer detalles.
La demanda fue presentada en noviembre del 2010, cuando Gutiérrez, la corporación Cultural Viva la Música y el Fondo Mixto de Cultura de Bocaya denunciaron que en agosto de ese año Rubio incumplió un contrato firmado con antelación, que estipulaba su presentación en un concierto del Festival Internacional de Cultura de Bocaya.
Rubio alegó que no pudo acudir al concierto por problemas con el transporte aéreo a Tunja, y no por falta de interés. Aseguró que los organizadores fallaron a su compromiso de ofrecerle el traslado en una avioneta privada y por eso ella tuvo que contratar la aeronave. Los demandantes, en cambio, afirmaron que el contrato establecía que la artista tenía que viajar en avión desde Medellín a Bogotá, y desde allí recorrer unos 130 kilómetros en automóvil hacia el noroeste, hasta Tunja, donde no hay aeropuerto comercial.