Mujeres se preparan en escuela de modelos indígenas
Gordita o bajita, la “modelo chola” busca su lugar en Bolivia y el mundo.
Para ser una modelo cholita no hace falta ser alta y delgada. Las mujeres andinas que se preparan para desfilar en pasarelas o aparecer en publicidades siguen sus propios cánones y buscan imponer su estilo en Bolivia y el mundo.
"Hay modelos gorditas y bajitas, lo que no es impedimento para modelar" resume Gabriela Gutiérrez, propietaria de 'Gaby Boutique', una de las empresas bolivianas que fabrica vestidos para la llamada “moda chola”. Lo que se busca es mostrar la belleza de la vestimenta y saber lucirla, subraya.
Unas 50 muchachas se reúnen todos los sábados en el salón de un viejo hotel del centro de La Paz para aprender los secretos del modelaje.
Lucir un conjunto que consiste en una manta de macramé o una falda con seis o nueve pliegues a tono, hecha a mano, "es un lujo" considera Rosario Aguilar, quien abrió la escuela de modelos hace nueve años con apenas 15 jóvenes reclutadas en fiestas populares.
Visionaria, Aguilar vislumbraba el valor artesanal y el atractivo que podía generar este estilo, y creó su productora. Desde entonces se puso como meta "mostrar a Bolivia y al mundo entero que estas mujeres pueden estar en una pasarela".