“Más madre que mujer”, la historia de una madre que podría ser muchas
Este libro de artista presenta una visión femenina de encuentros y desencuentros.
Pareciera que establecer una sana relación entre madres es hijas es fundamental para aquellas mujeres jóvenes que pretenden desempeñar un papel de madre. Pero no sólo para ellas lo es, sino para toda la sociedad, pues el rol que desempeñan las madres es fundamental en el desarrollo de los hijos.
Una muestra de la reconciliación de una hija con su madre es la exposición titulada “Más madre que mujer”, que lleva el mismo título del libro que da origen a esta muestra y que en palabras de su autora Gabriela Esparza, “surgió de una fuerte necesidad por contar la historia de mi madre, una vida que siempre me resultó terrible y fascinante a la vez. Cuando empecé a trabajar en los libros yo acababa de cumplir veintinueve años y me di cuenta de que a esa misma edad mi madre ya tenía cuatro niñas pequeñas... Imaginaba cómo debió sentirse sin un compañero que estuviera apoyándola, pues antes de eso su vida ya había sido difícil”.
En este libro de artista, cuyas características son la experimentación y la búsqueda desde una perspectiva femenina, su autora narra la historia de su madre, partiendo de la visión que tenía de ella cuando era niña, de sus anhelos, esfuerzos, de las ausencias y todas las veces que la vio llorar.
“Quería contar esta historia en un libro de artista porque me parece que su contenido y lectura tienen una provocación más profunda e inmediata que la de un libro común. Este libro se ocupa de contar la historia de una mujer, la vida de una madre, de la relación madres e hijos; de las carencias, las ausencias, los recuerdos y afectos”, asegura su autora, quien presenta “Mas madre que mujer” como su tesis de la Maestría en Producción Editorial.
La historia es narrada a través de 22 ejercicios plásticos desarrollados durante dos años, los cuales muestran esta experimentación no sólo en materiales, sino emocional y de confrontación porque como lo menciona Esparza “este libro no sólo me permitió apreciar a mi madre desde distintas perspectivas, también me permitió conocerme más y convertirme en la mujer que soy”.
Una visión femenina de encuentros y desencuentros es planteada en esta exhibición que nos lleva a reflexionar sobre el papel que desarrollan las mujeres en sus diversas condiciones de hijas, madres, hermanas, compañeras y esposas, pero finalmente mujeres, cuyo valor resume Gabriela Esparza está en el mismo hecho de ser mujer pues implica “ser fuerte, valiente, apasionada de la vida y vivir enamorada de una misma”.