Chile descubre obra del afamado fotógrafo Sergio Larraín
Fue el primer fotógrafo latinoamericano que formó parte de la prestigiosa agencia Magnum.
Conocida en el resto del mundo, la obra del chileno Sergio Larraín, el primer fotógrafo latinoamericano que formó parte de la prestigiosa agencia Magnum, se exhibe por primera vez en su país, dos años después de su muerte.
La retrospectiva que hace el Museo de Bellas Artes de Santiago reúne unas 150 fotografías en blanco y negro y permitirá a los chilenos descubrir la obra del fotógrafo más reconocido afuera, que se negó sin embargo a mostrar su trabajo en casa.
Larraín despuntó en revistas como Life, Cruzeiro y Paris Match en los años sesenta, y se hizo mundialmente famoso con sus reportajes sobre la guerra de Argelia, la familia del último Sha de Irán y la mafia siciliana, entre muchos otros.
Pero es en Chile donde sus fotografías adquieren la magia y la pureza que lo distinguen, con sus retratos de las prostitutas del puerto de Valparaíso, instantes urbanos en Santiago, momentos cotidianos de las islas de Chiloé y los niños mendigos del río Mapocho, el reportaje que le abrió paso en la agencia Magnum, a la que fue invitado por el propio Henry Cartier-Bresson, su cofundador.
Pero pese a esa trayectoria, el mítico fotógrafo era prácticamente desconocido en Chile. Los estudiantes y fotógrafos chilenos de los años noventa conocían su obra a partir de descripciones y alguna fotocopia que circulaba entre los interesados. Nada más a mano estaba disponible.
Era un "secreto guardado a voces", cuenta el profesor de Historia de la fotografía de la Universidad Católica Gonzalo Leiva. "Todo el mundo quería saber más pero no había acceso ni el interés de Sergio por abrir su baúl del tesoro".
Luis Weinstein, organizador de la exposición, califica a Larraín como un "poeta inesperado", "el secreto mejor guardado del arte chileno". "Sus encuadres dan cuenta de eso: son siempre inesperados", escribió Weinstein en una columna.