Ser mujer, deportista y mexicana
Paola Longoria, Paola Espinosa, Analicia Ramírez y Ana Lago nos cuentan su historia de superación.
Comenzaré por decir que no considero que una gran mujer deba estar detrás de un gran hombre, ni de nadie.
Y sin sonar feminista o demeritar los logros de los hombres mexicanos involucrados en el deporte, mi mayor homenaje a mi género en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, son estas grandes exponentes que solo han estado detrás de sus sueños.
Atletas y profesionistas ligadas al deporte, que han convertido el hecho de ser mujeres en su mejor presentación, aunque el camino no haya sido fácil. Son ellas las que hoy opinan sobre su camino y las dificultades que han librado para tocar la gloria deportiva.
“Yo creo que sí es un poco difícil ya que se reconoce más al hombre pero ya en estos tiempos la verdad las personas ya están reconociendo más”, mencionó la gimnasta Ana Lago y agregó:
“El esfuerzo y los logros de las mujeres deportistas, se está viendo un igual entre los dos géneros y eso es bueno porque así, ya están volteando a ver más a las mujeres, y en general nos están respetando más, antes eso no se veía. Se están dando cuenta que las mujeres también somos fuertes como deportistas que sabemos trabajar duro para lograr nuestras metas”.
“Ser mujer deportista mexicana no es difícil, pero si es raro se puede decir, porque siguen viendo el deporte como para hombres un poco. En el caso del remo lo primero que te dicen es que te pones muy ‘marcada, muy grande, como hombre’".
Entonces es un privilegio ser una mujer exitosa, haber puesto el nombre de México en alto en Juegos Panamericanos, Centroamericanos, en el Mundial Universitario que quedé tercer lugar y es una forma de enseñar que las mujeres deportistas mexicanas si podemos hacer algo por nuestro país por el simple hecho de ser mujer, se puede hacer algo”, dijo Analicia Ramírez, de la selección mexicana de remo.
“Yo estoy convencida de que las parejas tienen que ser como dice la palabra ‘parejas’, tienen que ser los dos grandes, los dos tienen que creer en lo grande. Yo afortunadamente estoy con un gran hombre que es Patrick Loliger (seleccionado nacional de remo) y él es un gran hombre y hemos hecho un gran ‘match’ y es increíble vivir los mismos retos, fracasos y triunfos”, agregó.
Por su parte la raquetbolista Paola Longoria, actual número uno del ranking mundial opinó: “Lo más difícil como mujer es ver que los premios económicos de los torneos de los hombres siempre son mejores, pero en los últimos torneos hemos peleado porque sean iguales y vamos mejorando en eso; siempre es difícil sobresalir en un deportes pero siempre lo he dicho que con pasión y disciplina se pueden lograr las cosas”
“¡Bendito Dios! siempre he tenido la oportunidad de contar con el apoyo de mi familia y patrocinadores para salir adelante en mi carrera deportiva”, finalizó.
La medallista olímpica y mundial Paola Espinosa, también compartió lo siguiente:
"Pocos saben los obstáculos que encuentras en el camino:el rechazo o la discriminación, el racismo, la xenofobia, homofobia y el sexismo, diferentes formas de violencia social que se llegan observar en el deporte.
Conductas que al principio resultan incomprensibles en ocasiones parecen bloquear tu camino, pero que al final, te ayudan a forjar tu carácter y se convierten en experiencias que te ayudan a enfrentar un ‘no’ y cambiarlo por un ‘si’".
"Los clavados, por muchos años, fue un deporte en el que destacaban solo hombres. Las mujeres sí tenían participación pero muy pocas eran las que habían logrado resultados internacionales de relevancia. Personalmente agradezco la brecha que abrieron mujeres exitosas en el deporte mexicano como, Soraya Jiménez y Ana Guevara”, concluyó.
Existen muchas historias de mujeres exitosas que han convertido al deporte de alto rendimiento en parte de su vida, historias dignas de contar. Estas solo son algunas estrellas que forman parte de ese firmamento que hoy en día, la estadística nos dice que son ellas: ¡las mujeres! por las que México ha subido en más ocasiones a podios internacionales, y sí, incluso, más veces que los hombres.
Lo mejor de todo, es que todas continúan soñando, aprendiendo de las caídas pero sobre cualquier cosa, conscientes de que cada fracaso es una nueva oportunidad de levantarse y volver a ganar.