(Especial) Paisley, leyenda de la Copa de Europa
Ancelotti puede convertirse en el segundo técnico que levanta tres entorchados de la máxima competición continental.
Nacido en el noreste de Inglaterra en 1919, Paisley llegó al Liverpool FC como jugador en 1939, dejando atrás su pasado como minero y albañil, y se quedaría en Anfield más de 40 años. Paisley había sido un prometedor jugador en el modesto Bishop Auckland FC, pero la Segunda Guerra Mundial hizo que no lograra debutar con el Liverpool hasta enero de 1946.
La siguiente temporada terminó con el primer título de liga para el Liverpool en 24 años, y Paisley era un fijo en el lateral, aunque se perdió el primer partido del club en Wembley en 1950. Fuera del equipo que perdió ante el Arsenal FC en la final de la FA Cup a pesar de haber marcado en la semifinal, Paisley meditó dejarlo, si bien el año siguiente fue el capitán del equipo.
Paisley se retiró en 1954 y se unió al cuerpo técnico del Liverpool como fisioterapeuta autodidacta (decía que podía detectar posibles lesiones antes de que ocurrieran). Pasó a ser entrenador del filial antes llegar al banquillo del primer equipo tras la llegada de Bill Shankly en 1959. El cambio fue sencillo. "En toda mi vida en Liverpool, nunca hemos preparado nada en los entrenamientos. Lo único que hacíamos era partidos de cinco contra cinco con normas de uno o dos toques", dijo el que fuera central del equipo Alan Hansen.
"Esos partidillos eran la clave. La fuerza del fútbol británico reside en la lucha por la pelota, pero los europeos aprendieron cómo interceptarlo. Los mejores equipos continentales nos enseñaron cómo romper las defensas de manera efectiva. La rapidez de sus movimientos dependía del primer toque. Teníamos que aprender a ser pacientes y adelantarnos a la jugada. Eso no pasó de la noche a la mañana. Cuando tratamos de hacerlo no nos salió bien al principio, sólo nos pasábamos la pelota por el campo", dijo Paisley.
El éxito de ese estilo radicaba en su simplicidad. Bajo las órdenes de Shankly, el club se convirtió en uno de los equipos más fuertes de Inglaterra, ganando tres ligas y dos FA Cups. A pesar de su éxito en la Copa de la UEFA 1973, no fue hasta que Paisley sucedió a Shankly como técnico cuando llegó la época dorada del Liverpool en Europa.
Mientras el Liverpool había consolidado su dominio en el panorama nacional, con seis títulos de liga durante los nueve años de Pasiley, se comenzó a construir el con el título de la Copa de la UEFA el conjunto que iba a dominar Europa. El equipo de Merseyside alcanzó las semifinales de la Copa de Europa en 1965; ganó su segunda Copa de la UEFA en 1976 al derrotar al Club Brugge KV en una final de partido a ida y vuelta, y tras ello, los chicos de Paisley ya estaban listos para lograr el preciado trofeo de la máxima competición continental la próxima temporada.
Crusaders FC, Trabzonspor AŞ, AS Saint-Étienne y FC Zürich fueron los rivales del Liverpool en su camino hacia la final contra el VfL Borussia Mönchengladbach en Roma, la ciudad a la que ayudó Paisley a liberarse en 1944 desde dentro de un tanque. Los goles de Terry McDermott, Tommy Smith y uno de penalti de Phil Neal aseguró un regreso feliz, el cual denominó Paisley "como el mejor momento de mi vida".
Más gloria siguió en Wembley doce meses después cuando el Liverpool retuvo el título. Kenny Dalglish con habilidad y picándola sobre el portero marcó el único gol del partido ante el Club Brugge tras recibir un buen pase del defensa Graeme Souness. Ambos jugadores, que fueron firmados por Paisley, destacaron en la construcción del conjunto.
"La política de fichajes de Bob era la de obtener lo mejor de los dos jugadores. Desde los niveles más bajos les ayudó a crecer y los trató como hijos", dijo Roy Evans, miembro clave del Liverpool que fue establecido por Shankly y continuado por Paisley. "Trataba de refrescar el equipo cada temporada, pero el éxito es de los jugadores. Bob siempre ha tenido grandes jugadores a los cuales ha moldeado", añadió.
Otra clave de Paisley fue su habilidad para centrarse en el futuro en vez de las glorias pasadas. Su hijo Graham lo recordó: "Hay famosas historias sobre él, como que llegó con una caja de medallas al vestuario de Anfield tras ganar otro título y dijo a los jugadores: 'Tomar una, pero solo si la merecéis'. Siempre miraba hacia adelante y pensaba en el futuro".
"Los halagos de Bob Paisley eran como una tormenta de nieve en el Sáhara. Pudo ser considerado como una figura paterna por los aficionados, pero gobernaba Anfield con mano de hierro. Era un hombre imponente y eran pocos los que se atrevían a estar a su alrededor. Si pensábamos que estábamos comenzando a ser un poco complacientes o que no estábamos jugando al nivel esperado, Bob diría: "Si todos ustedes ya han ganado suficiente, vengan conmigo. Venderé un lote y compraré once nuevos jugadores", comentó Souness.
Esta implacable forma de ser trajo de nuevo el éxito europeo en 1981, cuando Ray Kennedy, que pasó de atacante a centrocampista con Paisley, asistió a Alan Kennedy para anotar el único tanto ante el Real Madrid en el Parc des Princes. "Fue otra vez un triunfo de nuestro carácter. Estaba muy orgulloso de ser el entrenador del primer equipo británico en ganar tres veces la Copa de Europa", confesó el propio Paisley.
Pasado un tiempo, el Liverpool conquistó su cuarto entorchado. Por entonces Paisley ya había dejado paso a Joe Fagan, aunque regresó durante dos años como consejero cuando Kenny Dalglish asumió el cargo de jugador-entrenador en 1985. Lo que no cambió la cultura que había instalado en el club y que perduró durante años. "Hemos tenido tiempo difíciles también. Un año acabamos segundos", sentenció en una ocasión.