Nash, el sello mágico de la hoja de maple en la NBA
El futuro del movedor de pelota canadiense está en aire luego de una temporada agridulce.
“El camino de la magia -como, en general, el camino de la vida- es y será siempre el camino del misterio”. Estas palabras del escritor Paulo Coelho podrían describir una de las carreras más brillantes que se han visto sobre las duelas de la NBA: la de Steve Nash.
Parece ya lejano el Draft de 1996, donde nombres como los de Allen Iverson (Selección número 1 global, de los Philadelphia 76ers), Stephon Marbury, Ray Allen, Predrag Stojaković y nada menos que el de Kobe Bryant fueron mencionado antes de que los Suns de Phoenix tomaran su decisión, elegir al canadiense como su primera selección.
Curiosamente al igual que le pasó a John Stockton en su día los aficionados abuchearon la elección, por considerarle un jugador relativamente desconocido.
Desde entonces han pasado 1,217 partidos disputados sobre las duelas en temporada regular, 120 en playoffs, 17,387 puntos y 899 robos, donde el canadiense ha deleitado a propios y extraños con su talento, vértigo y dominio del balón. Pero el número por el que será recordado es el 10,335, cifra que lo coloca como el tercer máximo asistidor en la historia de la NBA.
Quedaba poco más de un minuto para que concluyera la primera mitad del partido ante los Rockets de Houston, cuando el Staples Center de Los Ángeles se ponía en pie para ovacionar a un histórico como Steve Nash. El canadiense acababa de dar una de las pocas alegrías que han vivido los aficionados de los Lakers esta temporada y había que celebrarlo.
Apenas un minuto antes, el base del equipo angelino recibía el balón tras un rebote de Robert Sacre y daba un pase al contraataque a Jodie Meeks para que el escolta terminase machacando el balón en el aro del equipo tejano. Un pase sin trascendencia en el partido, el marcador reflejaba un 56-57 para los Rockets en ese momento, pero sí para la historia.
Con esa asistencia, Nash sobrepasaba al actual entrenador de los Golden State Warriors, Mark Jackson, en la lista de máximos asistentes en la historia de la NBA. Con 10,335 asistencias, el movedor angelino sólo tiene por delante a Jason Kidd (12.091) y John Stockton (15.806).
Bien podría ser la última asistencia de la temporada, bien podría ser la última asistencia de su carrera. Pese a que todavía le resta un año de contrato, sus problemas físicos están siendo constantes en los últimas dos temporadas, lo que podría obligarle a despedirse del baloncesto profesional.
Una despedida un poco amarga, para uno de los jugadores que puede darse el lujo de ser nombrado con nombres como los de Larry Bird, Earvin "Magic" Johnson, Mark Price, entre otros.
Ya lo dicen, los números son fríos: 2 veces Jugador Más Valioso de la NBA (2005–2006), 8 selecciones al Juego de Estrellas (2002–2003, 2005–2008, 2010, 2012), Integrante del primer equipo All-NBA en las temporadas 2004-05, 2005-06 y 2006-07, y ganador de la medalla de plata y bronce con Canadá en el FIBA Americas Championship.
Sin embargo, como otros grandes la gloría de un título de NBA se le ha negado, se quedó a nada con los Mavericks de Dallas, donde encontró a su mejor socio, el alemán Dirk Nowitzki, quien en la misma noche en que Nash escribía su nombre en la historia de la NBA, él hacía lo propio ante Utah, superando al legendario Oscar Robertson al llegar a 26,714, quizás más de la mitad de esos puntos serían gracias al canadiense.
Así, parece haber llegado el invierno y la hoja de maple se ha desprendido, cayendo poco, no sin antes volar con gracia y sutileza, poniendo punto final, probablemente, a una de las carreras más brillantes en la NBA.