Motta no se siente feliz en el PSG
Thiago Motta (AP)
La situación de Thiago Motta, que no descarta su marcha del París Saint-Germain, aparece como el único nubarrón en el inicio de temporada de un club que ha comenzado fuerte y que encabeza ya el campeonato doméstico.
El italo-brasileño, que está a punto de cumplir 33 años, sabe que es una pieza clave del dispositivo de Laurent Blanc, pero su salario está por debajo del de las grandes estrellas del equipo.
Una disparidad que alimenta sus ansias de partir, concretadas en una oferta del Atlético de Madrid, donde ya militó en la temporada 2007/2008.
Pese a que el interés del club colchonero parece haberse enfriado y que los dirigentes del PSG no parecen dispuestos a abrirle las puertas, Motta continúa tensando la cuerda con el telón de fondo de la negociación de un aumento salarial.
Motta mostró sus dudas de que el presidente del club, el catarí Nasser al-Khelaïfi, sea consciente de su peso en el equipo, pese a que en sus continuas declaraciones no deja de mostrar su aprecio al italo-brasileño.
Actualmente, Motta cobra 530 mil euros mensuales, el octavo salario más alto del equipo en el que el sueco Zlatan Ibrahimovic se lleva la mayor parte, 1,35 millones mensuales.
Asociado a Blaise Matuidi y a Marco Verratti en el centro del campo, el exjugador del Barcelona se ha convertido en el elemento clave que equilibra el equipo.
Además, aporta la experiencia necesaria en una formación relativamente joven. Es uno de los pocos jugadores del PSG que ha ganado la Liga de Campeones y el único que lo ha hecho en dos ocasiones.
Al-Khelaïfi, por su parte, parece dispuesto a no dejar escapar a un futbolista que puede contribuir a lograr su tan ansiada Liga de Campeones.
Durante la presentación de Di María como nuevo jugador del PSG, el presidente respondió que, sin duda, Motta estaría en el club esta temporada.
La renovación de su contrato parece pues la salida ideal del futbolista por el interés de todos.