Jugador homosexual puede ser un exito
Esperan que Michael Sam hable por su juego en la NFL y que el equipo que lo elija lo aproveche.
Cualquier equipo que seleccione a Michael Sam en el próximo draft de la NFL obtendrá mucho más que un defensor de primer año.
Pero los expertos coinciden que la forma correcta de lidiar con el primer jugador abiertamente gay de la liga, desde los puntos de vista de mercadotecnia y relaciones públicas, es dejar que el desempeño de Sam en el terreno de juego hable por sí solo.
"Aunque este es un anuncio importante tomando en cuenta el deporte, el deseo generalizado es que sea aceptado como cualquier otro jugador en el plantel, y que por lo tanto su capacidad para ser mercadeado dependa únicamente de su capacidad para jugar bien, y a fin de cuentas quedarse en el equipo", comentó Paul Swangard, director general del Centro de Mercadotecnia Deportiva Varsovia de la Universidad de Oregon.
Sam anunció el domingo que es gay, en entrevistas con ESPN, el New York Times y Outsports. El estelar defensive end de la universidad de Missouri le reveló su preferencia sexual a sus compañeros de equipo y entrenadores en agosto.
Ahora Sam se enfrenta a un terreno desconocido mientras se prepara para el draft de la NFL. Sam, elegido como mejor defensor de la conferencia SEC, era considerado como una selección de las rondas intermedias, y por su estatura (6 pies, 2 pulgadas) y peso (255 libras), probablemente tendrá que cambiar de posición a linebacker, lo que podría afectar su posición en el draft.
Su anuncio de que es gay también podría afectar su futuro en el draft.
"No soy tan inocente como para creer que no habrá algunos dueños (de equipo) o dirigentes que dirán, 'eh, ahora no estoy tan seguro''', comentó el presidente de los Warriors de la NBA, Rick Welts, quien salió del closet en 2011. "Pero también espero que haya muchos que digan, 'hay una oportunidad para hacer algo que creo que nuestros fanáticos apreciarían. Y si se supone que ganemos partidos, y este tipo nos ayuda a ganar partidos, entonces es alguien que deberíamos tener en nuestro plantel'''.
Sam, de 24 años, se suma a una lista de atletas que han salido del clóset recientemente, incluyendo a Robbie Rogers, extremo del Galaxy de Los Angeles en la MLS, y Brittney Griner, quien juega con el equipo de Phoenix de la WNBA.
Griner, una de las estrellas de la liga profesional de básquetbol de mujeres, es el eje de la campaña de mercadotecnia de Phoenix. También se ha involucrado en respaldar causas que son importantes para ella.
"Nada sobre ella dificulta la mercadotecnia. Respaldamos lo que quiso hacer con el acoso y con la comunidad LGBT. Nosotros conectamos los puntos", señaló Amber Cox, presidenta del Mercury.
Nike también ha respaldado a los atletas LGBT, al fichar a Griner y Jason Collins, un ex jugador de la NBA que anunció que es gay el año pasado, y lanzó una campaña denominada "Be True" (Sé Real). Los ingresos de la colección #BeTrue son donados a la Coalición Deportiva LGBT para respaldar el fin de la discriminación en el deporte.
De todas formas, la realidad es que cualquier atleta gay enfrenta comentarios negativos, como sucedió en las redes sociales tras el anuncio de Sam.
Un estudio el año pasado de Pew Research entre adultos lesbianas, gays, bisexuales y transgénero en Estados Unidos reveló que apenas el 4% consideran que las ligas profesionales son amables hacia la comunidad LGBT, mientras que el 59% las considera hostiles y el 36% como neutrales.