Juan Villoro, 59 años entre literatura, periodismo y futbol
Juan Villoro (Alejandro Rodríguez)
Las letras mexicanas contemporáneas están de fiesta pues un día como hoy, pero de 1956 nació Juan Villoro Ruíz, escritor y periodista mexicano hijo del también célebre Luis Villoro.
Nacido en la Ciudad de México, estudió sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana.
También fue parte del taller de cuento impartido por el escritor guatemalteco Augusto Monterroso. Destaca en los géneros como el ensayo, la crónica, la novela y el cuento, en el cual había tenido mayor éxito hasta 2004, cuando escribió “El Testigo”, novela que lo llevó a ganar el Premio Herralde.
Aficionado al rock, es autor con Joselo Rangel, de dos canciones cantadas por Café Tacuba (Sashimi y Laberinto) y realizó los guiones del programa radio “El lado oscuro de la luna” en Radio Educación entre 1977 y 1981. Ese año fue nombrado agregado cultural en la Embajada de México en la República Democrática Alemana y vivió en Berlín Oriental hasta 1984.
Miembro activo en la vida periodística mexicana, escribe sobre diversos temas como deportes, rock, cine y literatura; ha colaborado en numerosos medios como Vuelta, Nexos, Proceso, Cambio, Unomásuno, Reforma y La Jornada.
Apasionado por el fútbol, su amor de la infancia es el Necaxa y conoce el calvario de ser fiel seguidor al equipo actualmente en el Ascenso MX. Frases como "El Necaxa es como la literatura, para las minorías ilustradas", “Dios es redondo, pero casi nunca le va al Necaxa”, o “Necaxa, el equipo de Los Rayos, abandona la primera división. Una metáfora perfecta de un país donde se va la luz.", cuando éstos perdieron la categoría. Sin embargo el futbol no es tan malo con él, pues también sigue al Barcelona.
El escritor ha sido cronista de varios Mundiales: Italia 90 para El Nacional, Francia 98 para La Jornada, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 y cuenta con varios libros de futbol como “Los 11 de la Tribu”, “Ida y vuelta: una correspondencia sobre fútbol, con Martín Caparrós” o “Balón Dividido”.
Villoro, es otra muestra que el mundo de las letras no está peleado con el futbol, y que incluso, se complementan para hacer del juego un “Dios Redondo”.
¡Feliz Cumpleaños Juan Villoro!