Holanda acaba con sueño de Costa Rica
La Oranje venció 4-3 en penales a una heroica Costa Rica.
Holanda se clasificó a las semifinales del Mundial de Brasil, en un partido agónico ante Costa Rica resuelto en los penaltis por culpa de Keylor Navas, que estuvo a punto de conseguir un milagro para los "ticos" con un partido espectacular repleto de intervenciones portentosas.
Navas fue un incordio durante todo el choque. Este Mundial está siendo el de los porteros, con actuaciones soberbias de muchos, pero el del Levante apunta maneras para proclamarse el mejor del campeonato. En el acto inicial, mostró todas sus cualidades. Una tras otra, sin descanso.
Paró un mano a mano a Robin Van Persie, que consiguió disparar por primera vez para su equipo en el minuto 21; después, con los pies, evitó un tanto a Memphis Depay, la gran novedad de Holanda, que alineó por primera vez desde el inicio a su joven jugador; Snjeider fue el tercero en chocar con Navas, que voló para despejar una falta del centrocampista destinada a ir a la escuadra.
Esas fueron las tres únicas opciones de Holanda, espesa hasta más no poder frente a un equipo que no jugó como deseaba "la naranja mecánica". Le dio el veneno con el que los hombres de Van Gaal se atascaran. Toda la posesión se la cedieron y, Holanda, con el balón en los pies, no sabe qué hacer. Los "ticos", muy listos, intentaron salir al contragolpe.
Sin mucho que rascar en ataque, Costa Rica se atrincheró a la espera de un fallo holandés en el complemento para sentenciar el duelo en un contragolpe sin dejar huecos a un equipo que no sabía por dónde meter mano a los centroamericanos.
Fue tan buena la defensa de Costa Rica que Holanda casi no volvió a probar más a Navas, solo al final, desesperada. Incluso Costa Rica se atrevió a merodear el área de Jasper Cillesen, que respiró aliviado cuando Giancarlo González mandó un cabezazo por encima del larguero.
Casi ningún disparo holandés acabó entre los tres palos. Sólo Sneijder, que de nuevo lanzó una falta magistral que se estrelló en el poste y Van Persie, que se topó de nuevo con Navas y con un despeje agónico de González que rebotó en el larguero, lograron acercarse a la victoria.
Holanda quiso evitar a toda costa la prórroga, entonces apareció otra vez Navas. Navas, Navas y más Navas. Su nombre iba camino de ser recordado para siempre en Holanda. El 5 de julio de 2014 era el día en el que la "oranje" se chocó con Navas, que en la primera parte de la prolongación sacó una a Ron Vlaar y en su pacto con el diablo desvió con la mirada otro balonazo de al larguero de Sneijder a segundos del final.
Para los penaltis, Van Gaal cambió a su portero y puso a Tim Krul bajo los palos, más experto que Cillessen. Y, paradojas de la vida, se llevó el protagonismo para el final. Keylor Navas no pudo más, ya no daba más de sí. Krol, sin embargo, paró los penaltis de Umaña y de Bryan Ruiz. Fue el héroe de Holanda el día en el que Navas casi logra mitificar a su equipo con un pase a semifinales de leyenda.