Groothuis, el rey del patinaje de velocidad
El holandés logró el título olímpico de mil metros de patinaje de velocidad en los Juegos de Sochi 2014.
Stefan Groothuis, competidor que recientemente reveló que había contemplado suicidarse, le dio a Holanda la medalla de oro en el óvalo del patinaje de velocidad en los mil metros de los Juegos Olímpicos de Invierno.
En el caso de Shani Davis, fue una dura derrota.
El intento de Davis de hacer historia olímpica terminó en la Adler Arena, cuando el holandés se adjudicó el oro, acabando con la ilusión del estadounidense de convertirse en el primer patinador de velocidad masculino en ganar la misma prueba en tres justas consecutivas.
Luego que Davis completó la primera vuelta completa de la carrera de dos vueltas y media, se hizo evidente que su reinado había llegado a su fin. Cruzó la meta bastante rezagado del tiempo ganador de Groothuis de 1 minuto y 8.39 segundos.
"He hecho una muy mala carrera", dijo Davis, quien terminó en un distante octavo lugar. "Tendré que aceptarlo el resto de mi vida".
Groothuis, quien ha sufrido con problemas de depresión y hasta contempló el suicidio, logró la cuarta medalla de oro en cinco pruebas del patinaje de velocidad para Holanda en Sochi.
"Esto es increíble, creía que Shani me iba a ganar", dijo el atleta de 32 años.
Además, el campeón de los 500 Michel Mulder atrapó el bronce, con lo que ahora Holanda ha acaparado 10 de las 15 medallas que se han repartido en cinco pruebas.
Se trata de un desempeño avasallador que los tiene bien encaminados a triturar el récord de más medallas obtenidas por un país en la misma justa. Alemania Oriental consiguió 13 en Calgary 1988.
Y Holanda no debería tener problemas para eclipsar esa marca al faltar siete pruebas más, incluyendo varias en las que tradicionalmente arrasan.
El canadiense Denny Morrison se llevó el bronce, después que fue inscrito a última hora cuando un compañero cedió su plaza.
Hace poco, Groothuis dio una entrevista a la televisora nacional NOS en la que habló sobre sus problemas personales.
"Estuve al borde, y decirlo es impactante", señaló. "Cualquiera puede tener un infierno dentro de la cabeza".