El cuarto partido, Alemania 2006 fue una “Máxi-ma decepción (Especial)
"A pesar de la derrota (ante Argentina 2-1 en Alemania 2006) México fue 10 veces superior y estuvo 10 veces mejor parado”, expresó La Volpe.
Un refrán que versa en la sabiduría popular del futbol mexicano, sobre todo cuando juega el Tri, es: “jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Palabras duras que se pueden aplicar a la perfección a lo ocurrido en la Copa del Mundo de Alemania 2006.
Luego de un 2005 para el recuerdo, México llegó a Alemania con buen cartel luego de haber vencido a Brasil un año antes en la Copa Confederaciones y haber caído apenas 4-3 con Alemania en el mismo torneo. Con Jared Borgetti, Oswaldo Sánchez y Pavel Pardo como referentes, México encaró el Mundial del 2006 de la mano de Ricardo Antonio La Volpe y la polémica de haber dejado fuera a Cuauhtémoc Blanco.
México fue electo como uno de los 8 equipos cabezas de serie del torneo, liderando el Grupo D, en el que también se encontraban Portugal, Angola e Irán.
El equipo llegó con altas expectativas de favorito por parte del público y personalidades como Lothar Matthaeus, Franz Beckenbauer y Pelé, tras realizar un año antes una gran participación en la Copa Confederaciones.
En el primer partido, el conjunto mexicano obtuvo una importante victoria ante los iraníes por 3:1 aunque no demostraron un gran juego. En los dos partidos siguientes, México no tendría un buen desempeño empatando sin goles ante los africanos y siendo derrotados por Portugal.
México clasificó a los octavos de final, pero en el segundo lugar de su grupo por lo que debió enfrentarse contra Argentina, otra de las selecciones favoritas del torneo.
El duelo más esperado, la misión lucia desde el arranque complicada pero en el horizonte se vislumbraba una esperanza de que el futbol por fin recompensara a México, no fue así.
El juego en sí fue una obra de arte con polémica incluida, el árbitro le perdonó a Heinze una expulsión en el primer tiempo, tras una falta a Francisco "Kikín" Fonseca, y anuló un tanto a Messi que no tuvo razón de ser sobre los últimos suspiros del tiempo regular.
La diferencia, más allá del gol, fueron las lesiones de Pável Pardo a los 38 minutos y Andrés Guardado a los 66'.
El inicio de México fue avasallador. Ya a los cinco minutos ganaba con un gol de Rafael Márquez, tras un tiro libre de Pável, quien fue en el medio campo un cacique, un amo del balón en los 38 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, que peinó Mario Méndez y que cerró el defensa de Barcelona.
Pero a Argentina le sobran los “galones” y el peso hombre-balón. A los 10 minutos empató vía un autogol de Borgetti, provocado por Hernán Crespo, y así se fue el partido. México insistiendo y Argentina aguantando en la primera mitad y en la segunda aguantando y dando latigazos a la ofensiva. La intensidad del duelo también le cobró a México la factura con la lesión de Guardado y la limitante de ajustar el equipo para La Volpe.
Todo fue tan parejo que hubo necesidad de tiempo extra. Y entonces apareció una pincelada de Maxi Rodríguez, a los 99 minutos, para muchos el mejor tanto de aquella Copa del Mundo, que rompió el equilibrio en el encuentro que llegó a la instancia de tiempos extra tras la igualada a un gol.
De nuevo los sueños de llegar al famoso quinto partido se derrumbaban, hoy la suerte y un momento de inspiración dejaban en el camino al Tricolor.
"A pesar de la derrota (ante Argentina 2-1 en Alemania 2006) México fue 10 veces superior y estuvo 10 veces mejor parado. Y no lo dije yo, lo dijo Cruyff", recordó Ricardo La Volpe
"Pasa que Argentina venía de golear a Serbia y Montenegro (en Fase de Grupos), entonces todos creían que nos eliminaban fácil. Pero ganamos el duelo táctico.
"(Javier) Mascherano estaba obligado a meterse entre los centrales y el medio era nuestro. No lo digo yo, lo dijo la crítica mundial. Si no era por ese golazo de Maxi Rodríguez...", agregó La Volpe en entrevista con el diario argentino Olé.
La desolación que se vivió tras aquel gol fue basta y la misma le costó el puesto a un La Volpe que le había dado estabilidad a México en la fase de clasificación y había desarrollado un futbol vistoso que como saldo llevó a Pavel Pardo, Ricardo Osorio y Aarón Galindo (más por su participación en la Copa Confederaciones) al futbol de Alemania.