El bombero Klose apaga el fuego de Ghana
Un empate con historia en el Alemania vs Ghana.
El eterno Miroslav Klose se volvió a poner los botines de héroe para darle a Alemania un dramático empate a dos goles ante Ghana en Fortaleza, en duelo correspondiente a la segunda fecha del Grupo G del Mundial Brasil 2014.
Klose salió de la banca y en la primera pelota que tocó le dio a la escuadra teutona un punto que le sabe a oro molido, luego de la gran exhibición del equipo africano en el Estadio Castelao, tanto que le permitió empatar al brasileño Ronaldo como los máximos romperredes en las Copas del Mundo.
El Castelao vivió un duelo intenso y de poder a poder. La primera mitad mostró a un Alemania que tenía la pelota y a un equipo ghanés voluntarioso, con un ataque rápido y letal al momento de desplegarlo. Sin embargo, el duelo terminó con empate a cero goles.
Goetze hacía gala de sus virtudes por todos lados, sin embargo, los teutones no pudieron reflejar el dominio en el marcador.
Ya en el complemento, Alemania asestó el primer golpe. Goetze aprovechó un gran centro al espacio para de cabeza marcar el primer tanto del encuentro a penas a los 50 minutos. Parecía que con el gol, los teutones volverían a ser esa máquina de goles, pero no contaban con el despertar ghanés.
En tan solo nueve minutos, Ghana puso contra las cuerdas a la Mannschaft, casi al borde del nocaut. André Ayew empató de cabez al 53’ y Asamoah Gyan aprovechó una de esos clásicos latigazos a velocidad para asestar el segundo al minuto 64’.
Alemania no tenía gas y estaba perdida en el campo, fue entonces cuando el timonel Joachim Low mandó a Klose al terreno de juego para intentar salvar un juego que parecía al borde del naufragio, y le respondió en dos minutos.
En tiro de esquina, Per Mertesacker peinó una pelota y cuando todos pensaban que se iba afuera, apareció la pierna salvadora de Klose para empatar el juego y escribir su nombre con letras de oro en los anales de la historia del futbol, con tanto 15 en Mundiales.
Los minutos finales fueron un vaivén de emociones y llegadas en donde cualquier pudo ganar el juego, pero ninguno fue contundente. El choque en el último segundo entre Thomas Muller y Jhon Boyé, con sangre incluida, fue el epílogo perfecto de un duelo de titanes, pero en donde a pesar de los esfuerzos del equipo rival, siempre termina con saldo favorable para los alemanes.