Diego Costa conquista San Siro
El equipo español mejoró en el segundo tiempo, cuando el Milan tuvo las mejores ocasiones en la primera mitad.
Atlético de Madrid ganó con un cabezazo de Diego Costa 1-0 al Milan en la ida de Octavos de final de la Champions en el estadio San Siro y dio un paso adelante hacia cuartos.
Enfrente no estaba la mejor versión del Milan, pero mantiene futbolistas de ingenio, que marcan diferencias en cualquier acción, como Kaká, el más entonado durante la primera hora en las filas italianas. Se cansó de repetirlo esta semana la plantilla atlética. Y lo confirmó su rival sobre el césped, sin apenas fútbol, sí, pero muy concreto y amenazante en sus lances ofensivos del primer tiempo.
En un partido que surgió con un Atlético con ambición, que en 20 segundos ya se había plantado en el área contraria, que en dos minutos ya había entrado en juego todo su frente de ataque, con Diego Costa, Raúl García, Arda y Koke, y que, tres después, se desdibujó poco a poco, segundo a segundo, mientras crecía su rival.
Fue entonces, en el resto del primer tiempo, cuando transmitió una sensación de vulnerabilidad defensiva. Su firmeza atrás es una de sus virtudes, la que quizá, junto al contragolpe, le ha impulsado hasta las alturas por las que se mueve actualmente en la Liga. Pero hoy hubo dudas cuando su rival se propuso atacar por la izquierda.
Ahí sufrió Emiliano Insua, amonestado en el minuto 20, y superado en sus duelos con Adel Taarbat, fichaje invernal de los locales. Y desde ahí nacieron la mayoría de las ocasiones del Milan en el primer tiempo, como un zurdazo con efecto de Kaká, un cabezazo de Poli sin oposición y otro tiro del media punta brasileño.
Entre el larguero, el lugar donde terminó la primera de esas oportunidades, y los reflejos de Courtois, que rozó con la mano derecha el segundo testarazo 'rossonero' para desviar la pelota al poste, se sostuvo en el primer tiempo el Atlético, previsible en ataque cuando abordó a la defensa del Milan y limitado a dos cabezazos flojos para Abbiati en 45 minutos previos al descanso.
No era el partido que quería el equipo rojiblanco, alejado del fútbol directo y de velocidad al contraataque que tanto le gusta, obligado a asumir la responsabilidad de la posesión sin apenas producción ofensiva y, aún más inquietante, sin la solvencia ni la seguridad atrás que ha manejado en muchísimos duelos de este curso.
Ese fue el panorama de la primera parte para el Atlético. Vibraciones preocupantes para un conjunto que reapareció en ataque al comienzo de la segunda mitad con una chilena de Diego Costa que se fue por encima de la portería de Abbiati, pero sin continuidad, sin precisión y sin la determinación que pedía Simeone la víspera.
Tampoco la tuvo ya el Milan. Ni con la insistencia de Balotelli, que asumió todo lanzamiento a balón parado cercano o lejano a la portería visitante.
Buscó Simeone más potencia para el tramo final con Cristian 'Cebolla' Rodríguez por Arda Turan, Balotelli se marchó lesionado y el partido cambió con un cabezazo de Diego Costa, de nuevo decisivo para su equipo, oportuno para transformar una victoria sufrida en San Siro (0-1), en el minuto 83, cuando todo apuntaba al empate.