De Santics mantiene al Roma en la segunda plaza

EFE Italia 17-03-2014 16:58

El Roma respondió a la agónica victoria del Nápoles en el campo del Torino (0-1) con un sufrido triunfo por 3-2 sobre el Udinese.

El Roma respondió a la agónica victoria del Nápoles en el campo del Torino (0-1) con un sufrido triunfo por 3-2 sobre el Udinese que le permitió conservar la segunda plaza de la Liga italiana, con tres puntos más y un partido menos que los napolitanos.

Una victoria en la que jugó un papel decisivo el meta local Morgan de Sanctis, que evitó hasta en tres ocasiones el posible empate de un Udinese que hizo méritos suficientes para haber logrado algo más en su visita al Olímpico de Roma.

Ni el gol de Francesco Totti, que, tras cuatro partidos ausente por lesión, adelantó al Roma a los 22 minutos, evitó el sufrimiento a los locales, que añoraron en exceso el equilibrio que le aportan el sancionado Daniele De Rossi y el lesionado Kevin Strootman.

Apenas dos minutos más tarde del gol del "capitano" el centrocampista ghanés Emmanuel Badu obligó a lucirse a De Santics para evitar el empate de los de Udine, que la pasada semana sorprendieron al Milan (1-0).

Acierto que no pudo repetir el jovencísimo portero visitante Simone Scuffet, que vio cómo a los 30 minutos Mattia Destro le sorteaba en el área para firmar el 2-0, tras culminar un veloz contragolpe del conjunto romano.

No se amilanó el Udinese, que dos minutos más tarde de encajar el segundo tanto volvió a poner a prueba a De Santics con un potente disparo de Antonio di Natale que parecía destinado a convertirse en gol.
       
El tanto llegó finalmente para el Udinese a los 51 minutos obra de Giampiero Pinzi, que esta vez si logró batir a Morgan de Sanctis, que cuatro minutos más tarde, en el 55, volvió a salvar a su equipo del posible empate con otra buena parada a lanzamiento de Di Natale.

Más fortuna tuvo el lateral griego Vasileios Torosidis, que firmó a los 69 el 3-1 para el conjunto romano con un potente zurdazo desde más allá de la corona del área.
       
Gol que hubiera acabado con la moral de cualquiera, menos con la del Udinese, que llenó de emoción los minutos finales al acortar distancias (3-2) a los 80 con un tanto del serbio Dusan Basta, que recogió el rechace a una nueva parada de De Sanctis.