Brilla Ochoa en histórico empate con Brasil

Redacción México 17-06-2014 16:04

Guillermo Ochoa fue una muralla para conservar el empate que llevó al Tricolor a sumar 4 puntos, los mismos que Brasil en el Grupo A.

Con cuatro atajadas monumentales, Guillermo Ochoa resguardó el arco de la Selección Mexicana para lograr un histórico empate a cero goles ante el todopoderoso Brasil, en el Estadio Castelao de Fortaleza, en juego correspondiente al Grupo A de Brasil 2014.

El portero mexicano tuvo una actuación soñada, casi de santo de iglesia, para que México le robara un punto a Brasil. Gran partido del Tricolor que jugó al tú por tú a la local y favorita Verdeamarelha, que por vez primera le robó un punto en Mundiales.

Brasil quiso ahogar al cuadro mexicano desde los primeros minutos del juego, al intentar aprovechar el nerviosismo. México se plantó con orden en sector defensivo y mantuvo el equilibrio en todo momento, con cierto nerviosismo, pero con aplomo e hidalguía

A pesar de que el Castelao de Fortaleza era un hervidero con evidente mayoría brasileña, la Selección Mexicana supo sufrir y aguantar el vendaval del equipo local. Con Rafael Márquez como líder del equipo, el cuadro Tricolor jamás perdió el orden en mediocampo y defensa, pero no podía llegar tan fácil a tres cuartos de cancha, salvo algunos latigazos esporádicos.

Brasil quería abrir al cuadro nacional por cualquier vía y circunstancia, pero comenzó a gestarse la leyenda de Ochoa en Fortaleza. El guardameta mexicano sacó milagrosamente a mano derecha un cabezazo brutal de Neymar, y minutos después, ganó un mano a mano al ’10’ brasileño. México equilibró, pero llegó al descanso agobiado, pero con la confianza de aguantar al todopoderoso Brasil.

El complemento fue una historia distinta a la de la primera mitad. México cortó los circuitos brasileños y comenzó a tocar la pelota, tanto así que los primeros diez minutos de la segunda mitad, hizo tres disparos a gol peligrosos, entre los que destacó un remate de Héctor Herrera que se estrelló en el travesaño del arco brasileño.

Fueron treinta minutos soñados para el representativo mexicano. Le quitó la pelota a Brasil, ofendía con certeza y dejó callado el Castelao de Fortaleza por momentos. El 'Cielito Lindo’ se entonaba claro e impresionante sobre las tribunas brasileñas, fruto del dominio Tricolor.

Brasil retomó las riendas en los últimos quince minutos, pero otra vez apareció un enorme Guillermo Ochoa que atajó disparos a quemarropa de Neymar y un disparo de Thiago Silva, como aviso de que una nueva era puede venir en el marco mexicano.

Terminó el juego y México logró una hazaña digna de recordar en las siguientes generaciones. El Tricolor le quitó un punto al inmaculado Brasil en su cancha, con su gente y en su Mundial, y mandó un mensaje claro al mundo: el futbol mexicano ha dado otro salto de calidad.