Brasil 2014, una oportunidad para los niños sin techo
La segunda Copa Mundial de los Niños de la Calle, en efecto, ha tenido lugar en Río de Janeiro.
Brasil se dispone a albergar uno de los mayores acontecimientos en la historia del mundo del espectáculo: la XX Copa Mundial de la FIFA. Y mientras la fiebre mundialista absorbe al país, su irresistible Cidade Maravilhosa (“Ciudad maravillosa”) ha estado organizando su propio Mundial.
La segunda Copa Mundial de los Niños de la Calle, en efecto, ha tenido lugar en Río de Janeiro; concretamente, en un lugar llamado Soccer City en homenaje a Sudáfrica, que albergó la primera edición de la competición en 2010.
En esta segunda entrega participaron más de 230 chicos y chicas de 19 países, de los que todos viven o vivían en la calle. El certamen está concebido para concienciar sobre el problema de las personas sin hogar, así como para potenciar la autoestima de los jóvenes, mejorar sus habilidades sociales y ofrecerles una experiencia que jamás olvidarán.
“La situación en las calles es dura para las chicas, porque la sociedad no nos ve”, explicó la nicaragüense Blanca. “Somos invisibles”.
Su compañera de equipo Maykelling añadió: “Ahora nos están dando una oportunidad también [a las chicas]. Es muy importante que las chicas sean el centro de atención. Hemos aprendido un montón. Ha sido realmente emocionante”.
El espíritu increíble que imperaba en el campeonato quedó patente en la victoria por 8-2 de las chicas de Zimbabue sobre Indonesia; un partido en el que cada gol fue celebrado apasionadamente por ambos combinados de jugadoras. “¡Oh, Dios mío!”, exclamó el comentarista en directo cuando, después de un gol, todas las jóvenes corrieron a abrazarse entre sí y a bailar juntas, en unas escenas tremendamente emotivas.
“Todas éramos amigas”, afirmó la zimbabuesa Ester. “Todas disfrutábamos por marcar y porque ellas marcasen”.
La foto de arriba muestra a una jugadora keniana durante el torneo, que concluyó con las victorias respectivas de Tanzania y de Brasil en categoría masculina y femenina.
‘Soy alguien’ era el lema de la Copa Mundial de los Niños de la Calle, y más de 230 personas que son alguien se marcharán a casa tras haber disfrutado de una experiencia única en la vida.