Barcelona y Real Madrid se concentran en la Copa del Rey
Catalanes y Madridistas pugnarán por levantar el tercer trofeo en cuanto a jerarquía de objetivos trazados se refiere.
Barcelona y Real Madrid chocarán cabezas el miércoles en Valencia por la final de la Copa del Rey, el primer título que se repartirán los dos titanes de la liga española, y quizás el único de una temporada donde el equipo de moda no es otro que el Atlético de Madrid.
Relegados a un papel perseguidor en el campeonato que lidera el cuadro rojiblanco, Barsa y Madrid pugnarán por levantar el tercer trofeo en cuanto a jerarquía de objetivos trazados, aunque afrontado con distintos estados de ánimo en cada bando.
Para los azulgrana se trata prácticamente del último cartucho para salvar una campaña decepcionante en que no lograron certificar su séptimo pase consecutivo a semifinales de la Liga de Campeones, cayendo en cuartos ante el Atlético, y no dependen de sí mismos para revalidar el título de campeones de liga, pues marchan cuatro puntos por detrás del conjunto colchonero cuando restan cinco fechas para la conclusión del campeonato.
Los últimos cuatro días han resultado nefastos para el equipo dirigido por el argentino Gerardo Martino, altamente cuestionado tras la eliminación europea el miércoles y el resbalón por 1-0 en Granada por la 33ra fecha liguera.
Ese mismo espacio de tiempo ha revitalizado al Madrid, que pasó de rozar el K.O. continental al perder 2-0 en Dortmund (aunque certificó el pase a semifinales de Champions) a golear el sábado 4-0 al Almería para seguir el ritmo que marca el Atlético.
Pese a perder hace 20 días con el Barsa, 4-3 de local en el campeonato, los blancos siguen vivos en la liga y la Champions y tienen ocasión de dar un primer paso hacia el anhelado triplete si tumban a los azulgrana en la final copera.
El último triunfo del Madrid se produjo sin Cristiano Ronaldo, uno de los nombres propios de la final por su previsible ausencia por lesión. Dolido en el choque de ida contra el Dortmund, el astro portugués seguramente no será de la partida ante el Barsa, pues el técnico Carlo Ancelotti prefiere reservarle para el último asalto al campeonato y las semis europeas contra el Bayern de Munich, el próximo 23 de abril.
Su baja, que Ancelotti consideró "que nadie puede suplir", equilibra supuestamente las fuerzas contra un alicaído Barsa que espera recuperar la mejor versión del argentino Lionel Messi, quien resultó capital en el clásico liguero pero desde entonces ha marcado dos de sus cuatro goles de penal y se ha quedado sin anotar en los dos últimos choques. ¿Sumará el astro tres malas actuaciones seguidas?
La sequía del rosarino ha acarreado la de su equipo, que no hilvanaba dos cotejos consecutivos sin gol desde agosto de 2008, para mayor desgracia de Martino, quien el sábado arengó a su manera las tropas. "Estar tristes no significa que vayamos a bajar los brazos. El miércoles hay que luchar por un título", recordó el timonel, una vez reiterada la declaración hecha el día de su presentación, en que tildó de "fracaso no ganar ningún título en mi primer año".
Martino, que en Granada reservó a los laterales Dani Alves y Jordi Alba, no acaba de encontrarle la manija al equipo y se presume que para la final dará opción al chileno Alexis Sánchez en la delantera, descartando al ineficiente Cesc Fábregas.
En el apartado de buenas noticias están la posible vuelta del central Gerard Piqué tras 15 días lesionado y quizás también de su compañero Marc Bartra, aquejado de molestias musculares. En cualquier caso, el capitán Carles Puyol, inactivo desde el pasado 2 de marzo, dio un paso al frente el lunes, una vez el plantel se reunió con presidente Josep Maria Bartomeu, poniéndose a disposición del entrenador.
"Granada es un toque duro. Hemos fallado, pero lo daremos todo en la final. Estamos todos unidos y a muerte con el 'Tata'. Un título contra el máximo rival arreglaría muchas cosas y nos daría confianza para la liga. Este equipo tiene hambre y no la damos por perdida", expresó el zaguero, quien reclamó confianza en Messi. "No se puede dudar de Leo. Ha marcado tanto que cuando lleva dos días in hacerlo se le mira con lupa".
También alienta al Barsa el hecho de haber ganado ambos partidos al Madrid en la actual campaña y la posibilidad de seguir ampliando su dominio en la Copa, del que es monarca absoluto con 26 coronas.
El equipo blanco figura tercero con 18 aunque se llevó el último enfrentamiento directo entre ambos en 2011, ganando por 1-0 sobre el mismo escenario de Mestalla, en el que sería el primer título del anterior timonel José Mourinho al frente del conjunto merengue.
Pero el ciclo del entrenador portugués acabó de mala manera con la derrota en la final del año pasado a manos del Atlético. Al presidente Florentino Pérez le urge el triplete, y el sábado también bajó el vestuario para arropar a los futbolistas, quienes a su vez se arrimaron a los aficionados.
Sin Cristiano pero con el zaguero Sergio Ramos recuperado, Ancelotti perfila una delantera con Gareth Bale, Karin Benzema y el argentino Angel Di María, en gran estado de forma. En la zona de creación la principal duda radica entre Asier Illarramendi o Isco Alarcón.
"Ahora solo nos quedan finales y hay que jugarlas como tales", remarcó Di María, mientras Ancelotti subrayó la trascendencia de levantar su primer trofeo como madridista. "El partido es muy importante en el aspecto mental. El equipo que gane tendrá más motivación e ilusión de cara al final de temporada", ponderó.
La unidad del Madrid en el tramo decisivo del curso contrasta con el afilamiento de cuchillos en Barcelona, pero los culés más veteranos recuerdan históricos triunfos coperos en las etapas más convulsas de la entidad y aseveran que, a un partido, todo es posible.
"Las finales son hermosas", comentó el timonel argentino del Atlético, Diego Simeone, antes de ganar la última. Un año después, habrá un nuevo rey en España: el renovado Madrid que entonces cayó derrotado, o el apurado Barsa de su compatriota Martino. Y una certeza: a falta de belleza, el drama está asegurado.