A un año del 7-1 de Alemania sobre Brasil

Deportes Redacción Claro Sports México 08/07/2015 09:21

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Mineirazo alemán (1-7). Así titulaba la FIFA la crónica de la magnífica y arrolladora actuación de Alemania, que a la postre se convertiría en el Campeón del Mundo, en las Semifinales de la Copa del Mundo de Brasil 2014, donde el cuadro teutón vapuleaba a un conjunto anfitrión, que se había quedado sin Neymar por lesión y que de nueva cuenta dejaba a su afición con la amargura de no ver a su representativo alzar la copa en casa.

“Seis minutos le bastaron a Alemania para romper el sueño del hexacampeonato brasileño y asestarle al anfitrión un golpe que, como el Maracanazo de 1950, quedará para los libros de historia...”, se podía leer en la introducción de la crónica de aquel 8 de julio de 2014 “negro” para Brasil.

“Nunca un equipo había marcado 7 goles en unas semifinales de la Copa Mundial de la FIFA, pero la Mannschaft firmó un partido soñado y destapó las carencias defensivas de una frágil ‘Seleçao’ para reservar su plaza en la gran Final de Brasil 2014”, continuaban sus líneas, de una crónica que hoy duele en lo más hondo del corazón de la afición brasileña.

Pues luego del “Maracanazo de 1950” Brasil quería una revancha con la historia, sin embargo, el destino les tenía planeado una amarga sorpresa en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte, donde Thomas Mueller (11’) y Miroslav Klose, quien apareció para destronar a Ronaldo como máximo goleador de la historia de los Mundiales, al sumar su diana número 16 en la competición (23’) iniciaron una fiesta que no incluía a los cariocas.

Alemania apretó el acelerador. En 180 segundos cayeron otros dos goles, ambos con la firma de Toni Kroos (0-3, 25’ y 0-4, 26’). No se había cumplido la media hora de juego cuando llegó el quinto, obra de Sami Khedira (0-5, 29’). Mineirao simplemente quedaba atónito y silenciado.

Andre Schuerrle terminó de apuntillar a Brasil con un doblete (0-6, 69’ y 0-7, 79’) y los anfitriones pondrían el del honor, si así se le puede llamar a un gol que poco significará en la historia, en los instantes finales, cuando Oscar puso el 1-7 al 90’ con una Brasil que lloraba su desgracia.

Hoy un año después la herida sigue fresca e incluso más profunda, luego de la actuación de Brasil en la Copa América de Chile 2014, donde no logró siquiera llegar a las Semifinales del certamen y de nueva cuenta sin Neymar en los momentos definitivos.

Brasil llora y la herida no sana.

 

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