Hubertus von Hohenlohe siente el cariño de México
Son los sextos Juegos Olímpico en los que participan.
Hubertus von Hohenlohe, que competirá el 22 de febrero en eslalon en Sochi-2014, sus sextos Juegos Olímpicos de Invierno, asegura sentir el "cariño" de México, tras el proyecto que inició en los años 80 empezando a competir por el país donde nació.
"Estoy una o dos veces al año allí. Ahora estoy intentando entrar en México con el arte y el año pasado me dieron un reconocimiento como el olímpico con más participaciones. Me han tomado cariño y se han dado cuenta que hubo un gran esfuerzo personal", explicó.
"Todo lo que he hecho lo hice de propia voluntad, patrocinándome yo mismo. Soy querido en el mundo del esquí y México ha podido entrar en el mapa de este mundo amplio de los deportes de invierno", añadió.
Su amor por México le lleva a seguir los partidos de la selección tricolor y espera que haga un buen papel en el Mundial de Brasil.
"Me gusta mucho el futbol. Somos campeones olímpicos, tras ganar a Brasil en la final. La selección mexicana siempre juega bien y luego se queda un poco corto, pero siendo el Mundial en Brasil a lo mejor tiene un poco más de posibilidades", explica.
"Es un grupo difícil pero en deporte siempre necesitas un poco de suerte para ir más lejos de lo que pensabas, así que espero que la suerte este año esté con el equipo", añade.
Hubertus Hohenlohe, de 55 años, nació en la Ciudad de México el 2 de febrero de 1959 porque su padre (el príncipe Alfonso von Hohenlohe) era el responsable en el país azteca de la filial de Volkswagen.
Un día decidió competir en esquí y en 1981 fundó la federación mexicana. "Ahora se ha hecho una cosa más seria y somos un poquito más grandes, pero todavía es una cosa pequeña, ya que no tenemos muchos fondos. No estamos estructurados como otras federaciones, pero paso a paso vamos mejorando", señala.
"Les doy consejos, ya que después de 33 años corriendo carreras conozco a mucha gente en el mundo del esquí, pero como estoy compitiendo tampoco me da tiempo a hacer mucho. Es un poco difícil desde Europa. A lo mejor un día podría ayudarles un poco más", añade.
Hohenlohe participa en sus sextos Juegos, desde los primeros en los que estuvo en Sarajevo-1984, aunque pudieron ser nueve, ya que no participó en los de Nagano-1998, Salt Lake City-2002 y Turín-2006.
"México no me mandó a dos Juegos Olímpicos y a uno no clasifiqué. Mi abuela es mexicana y tenemos raices mexicanas auténticas. No era solo por nacimiento. En 2006 fue la mayor decepción de mi vida porque estábamos inscritos y nos sacaron tres semanas antes. Mi hermano tenía una entrada para la ceremonia de apertura. Estaba ante la televisión, no digo llorando, pero no lejos de ello", explica.
"Si hubiera hecho todos los Juegos desde 1984 hasta ahora serían los novenos. Sería para la eternidad. Así es la vida. No se pueden ganar todas las batallas y algunas se pierden y se gana humildad. Y todas las cicatrices que te dan son como un regalo de Dios para decir que estás ahí y yo lo tomo en un sentido positivo", señala.
Hohenlohe insiste en que tiene sangre mexicana y que le gustaría viajar más a su país de nacimiento.
"Mi abuela viene de una familia mexicana que se llama Iturbe. Era gente muy importante y mandaron a una de las hijas a París, allí conoció a mi abuelo", señala.
"Me gustaría ir ahí a hacer algo combinado con mi arte, la fotografía, para que la gente me conozca allí por mi fotografía como me conocen en Alemania, Austria y otros países", indica.
"México es un gran país con mucha tradición y mucha historia. Tiene una historia larga e interesante y tiene paisajes muy diferentes, tiene una artesanía increíble y muchos artistas. Es un país con mucha tradición y con mucha fuerza. Es muy bonito", concluye.