35 años del primer grito del ‘Toro’ Valenzuela
Fue un 15 de septiembre de 1980 cuando Fernando ‘Toro’ Valenzuela pegó uno de sus grandes gritos, no precisamente por la Independencia o sus habituales bromas en el clubhouse de Dodgers de Los Ángeles, sino por su debut en Grandes Ligas.
El “sueño americano” para el nativo de Etchohuaquila (Sonora) dio su primer paso ante poco más de 8 mil testigos en el estadio Atlanta-Fulton County, que vieron con extrañeza como un gordito de 19 años trepaba a la lomita, ese lugar desde el que se apropiaría de los reflectores de la década.
Si bien el sabor fue un tanto amargo porque dicho encuentro acabó con victoria para Bravos por 9-0, Fernando mostró algunos destellos de su grandeza. Recibió un hit, ponchó a un oponente, y hasta regaló una base (vía balk) en dos entradas de trabajo.
El lanzador tuvo un perfecto 0.00 de promedio de carreras limpias admitidas en su temporada 1980-1981 (lanzó 17.2 inings). Los números deslumbraron casi tanto como su peculiar forma de lanzar, pues sigue sin haber otro pitcher que “pida ayuda” con una mirada al cielo justo antes de tirar.
Pero su peculiar mecánica de tiro fue olvidada -o pasó a un plano menos relevante- a medida que sus números sobre la loma fueron aún más imponentes, situación que solo requirió un año más.
Valenzuela detonó su potencial desde el juego inaugural de 1981 con blanqueada sobre Astros. Luego ganó sus siguientes siete aperturas y ese mismo año cargó con Dodgers hasta el campeonato, junto a los premios de Cy Young y Novato del Año, algo que nadie más hecho en la historia de este deporte.
La “Fernandomanía” se esparció por todo Los Angeles, donde hasta parecía un tributo el nombre de uno de sus condados: “San Fernando Valley”.
Los números no acompañaron a Valenzuela tras su primera década en Grandes Ligas. Las lesiones y baja de rendimiento le impidieron continuar su camino al Salón de la Fama, pero esto no le quita ser dueño del ‘screwball’ más temido ni de ganarse el corazón de California.