Restauran especialistas del INAH policromía de Virgen de la Defensa
En diferentes épocas alcanzó a sumar hasta seis repolicromados en las manos.
La Virgen de la Defensa, pieza que data del siglo XVII y pertenece a la Catedral de Puebla, fue restaurada por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para recobrar su policromía, perdida por el uso y el paso del tiempo.
La escultura, de 65.5 centímetros de altura, representa la advocación de la Inmaculada Concepción y posee gran valor histórico porque sirvió para llevar la fe católica a Perú y Chile, informó el INAH en un comunicado.
Detalló que la intervención de la imagen en madera estuvo a cargo de las restauradoras Fanny Unikel y Mercedes Murguía, responsables del Seminario Taller de Restauración de Escultura Policromada, de la Escuela Nacional de Conservación Restauración y Museografía (ENCRyM).
Murguía comentó que, antes de iniciar los trabajos, a la obra se le hicieron análisis con rayos X y luz ultravioleta para obtener información sobre sus materiales constitutivos, técnica de manufactura y descubrir intervenciones anteriores, porque las fuentes documentales mencionan que tuvo una sola renovación en las encarnaciones.
Con los estudios realizados se determinó que en diferentes épocas alcanzó a sumar hasta seis repolicromados en las manos. La pieza requirió de limpieza, estabilización de algunas zonas de la policromía, reposición de un dedo faltante y de los “picos” de la luna que tiene en la parte inferior, resane y reintegración cromática en áreas abrasionadas.
La intervención de la escultura forma parte de un proyecto multidisciplinario encabezado por el INAH, en el que participan los doctores Patricia Díaz Cayeros y Pablo Amador, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la doctora Paula Mues, docente de la ENCRyM.
La restauradora Mercedes Murguía comentó que con base en las fuentes documentales podrían existir en el país por lo menos tres o cuatro reproducciones en madera policromada de esta escultura.
Destacó que el atuendo consta de una túnica del siglo XIX, que “es un trabajo muy preciosista, mas no el ajuar original”, y una cauda del siglo XVIII. La asesoría para la intervención de la vestimenta estuvo a cargo del Seminario Taller de Textiles de la misma ENCRyM, donde se reforzaron seis listones y se confeccionó un vestido de lino que servirá de soporte de la túnica.
Finalmente, comentó que los expertos ultiman los detalles de la base de la escultura con el fin de regresarla al Altar de los Reyes de la Catedral de Puebla.