Crean cargadores híbridos con tecnología poblana
Gabriel Solana Lavalle y Jorge del Muro Jiménez, alumnos de cuarto semestre de la Licenciatura en Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Iberoamericana Puebla, desarrollaron el proyecto Li-Fi.
Los universitarios explicaron que es un modelo que permite implementar tecnología de comunicaciones a través del uso de la luz visible para enviar y recibir información con la cual podrían comunicarse varios dispositivos de manera similar a la que actualmente ocupan en una red Wi-Fi, la cual emplea energía electromagnética.
El joven emprendedor señaló que las ventajas de desarrollar este tipo de tecnología se ve reflejado en una velocidad de transmisión mucho mayor a la de Wi-Fi, eliminación de interferencia en equipos de radio y transmisiones más seguras al manejarse en entornos cerrados. Ello, ya que la luz no puede atravesar paredes y la eliminación de posibles riesgos de salud atribuibles a los campos electromagnéticos tal como puede suceder con el espectro de las ondas de radio. Asimismo, apuntó que pese a que este tipo de tecnología se podría utilizar en entornos cerrados como oficinas, escuelas, o el hogar y donde se requieran condiciones especiales de seguridad de datos, evitar interferencias (como en los aviones) o minimizar afectaciones a la salud.
Por su parte, a través de un comunicado, Jorge del Muro Jiménez subrayó que pese a que este proyecto está en proceso, la idea les permitió emprender y comenzar a incubar en el Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT) la empresa Autenilum. Esta centra sus esfuerzos en la implementación de nuevas tecnologías. Ahí gracias al apoyo del FabLab han podido crear una pila recargable híbrida que lleva por nombre Solaris. A la fecha ya han desarrollado baterías de una y dos cargas con lo cual pueden alimentar un Smartphone sin problema.
La pila está elaborada de madera y contiene un panel, el cual permite alimentarse de energía solar, pero cuenta con entradas USB y mini USB para su carga por medio de energía eléctrica. Para ello todas las piezas las producen en el centro tecnológico de la IBERO Puebla.