Algunas frases que utilizamos de forma cotidiana tienen su origen en las monedas. Tal es el caso de algunas como “¡Me cayó el veinte!”, “No soy monedita de oro”, “¡De a tostón!”, entre otras.
Ante ello, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) dio a conocer cuál es el origen de dichas frases típicas que se relacionan con las monedas.
Frases cotidianas que se relacionan con las monedas
“¡No traigo ni un quinto!“
Esta frase, comúnmente, es para hacer referencia a cuando no llevas nada de dinero. Su historia proviene de 1915, cuando existían monedas de 5 centavos, a las cuales se les conocía como “quinto”. Entonces, cuando alguien dice que no trae ni un quinto, es porque de verdad no lleva nada de dinero.
“¡De a tostón!“
Las personas suelen referirse a los billetes de 50 pesos como un tostón. Sin embargo, su nombre no tiene que ver exactamente con la denominación, sino con la imagen que solía tener en uno de sus lados: una cabeza.
Tostón proviene del italiano testa, que significa cabeza, y testóne es la palabra que se utilizaba para referirse a una moneda que ostentaba una cabeza o busto de algún personaje.
De acuerdo con la versión española, el tostón era una moneda de medio duro o real de a cuatro, y tenía un valor de 50 centavos. Con el paso del tiempo, a esa moneda de medio duro se les denominó tostón, siendo utilizado como un apodo de cariño o, incluso, de desprecio, por el bajo valor de la moneda.
“¿Águila o sol?“
Aunque es de las expresiones más utilizadas en los volados, muy pocas personas saben de dónde proviene su origen. En el Siglo XIX, en México, se elaboraron monedas de plata, las cuales llevaban, por un lado, el águila del Escudo Nacional, y del otro, un gorro frigio, con resplandores solares, figura que simulaba un sol.
“¡No soy monedita de oro!“
La expresión popular “No soy monedita de oro” tiene su origen en una canción. El intérprete y compositor mexicano Cuco Sánchez creo una frase que decía lo siguiente:
“No soy monedita de oro, pa’ caerle bien a todos; así nací y así soy, si no me quieren, ni modo”.
Gracias a esta canción, la frase hace referencia a que ninguna persona le puede caer bien a todos, a diferencia de una moneda de oro, a la que todos quieren.
“¡Me cayó el veinte!“
Este dicho hace referencia a las monedas de 20 centavos, acuñadas entre los años de 1943 a 1974, mismas que se utilizaban en los teléfonos públicos. Las personas, cuando realizaban una llamada, debían depositar una moneda de 20 centavos para comenzar a hablar. De ahí que, al iniciar la conversación, solían decir: “Ya me cayó el veinte”. Cuando terminaba la llamada por falta de monedas, decían: “Se me acabó el veinte”.