Uno de los aparatos más importantes en cualquier hogar es sin duda la estufa, aquella que nos permite cocinar, calentar y hasta hornear nuestros alimentos.
No obstante que el horno de microondas, el eléctrico y una que otra parrilla eléctrica vinieron a quitarle un poco de protagonismo al clásico fuego generado a través de gas, es indudable que en la mayoría de los hogares aún se cocina bajo la llama azul.
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Por tal motivo, además de seguridad, es importante mantener la estufa limpia y libre de grasa y suciedad acumuladas.
En general, es una buena práctica limpiar la estufa después de cada uso o al menos una vez a la semana y lo mejor es hacerlo con productos que no contaminen.
¿Cómo limpiar mi estufa sin contaminar?
Hay muchos ingredientes orgánicos que puedes usar para limpiar tu estufa, los cuales no generarán mayor daño al medio ambiente. Aquí hay algunos ejemplos:
Vinagre blanco
El vinagre blanco es un limpiador natural que ayuda a eliminar la grasa y la suciedad acumuladas.
Mezcla partes iguales de vinagre y agua, aplica la solución en la superficie de la estufa y deja actuar por unos minutos antes de enjuagar con agua y secar.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es también un limpiador natural que ayuda a eliminar las manchas y la suciedad acumuladas.
Mezcla partes iguales de bicarbonato de sodio y agua para crear una pasta, aplícala en la superficie de la estufa y deja actuar por unos minutos antes de enjuagar con agua y secar.
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Aceites esenciales
Los aceites esenciales como el limón, la menta y el eucalipto tienen propiedades antibacterianas que los hacen ideales para la limpieza de la estufa.
Puedes añadir unas gotas de aceite esencial a una solución de vinagre y agua para darle un aroma fresco y natural.
Jugo de limón
Aplica jugo de limón en la superficie de la estufa y deja actuar por unos minutos antes de enjuagar con agua y secar.
Estos ingredientes orgánicos son seguros para el medio ambiente y también son una alternativa efectiva a los productos químicos tóxicos.
Toma nota: Es importante tener en cuenta que algunos materiales pueden requerir un limpiador más fuerte, por lo que es importante probar cualquier producto en una pequeña área antes de usarlo en la estufa completa.
¡Aguas! Esto es lo que ensucia más una estufa
Derrames de alimentos: Cuando se cocinan alimentos, es común que se derramen en la superficie de la estufa, dejando manchas y grasa acumuladas.
Aceites y grasas: La grasa y los aceites que se utilizan para cocinar pueden acumularse en la superficie de la estufa, especialmente en las áreas cercanas a las placas de cocción.
Espuma de jabón: La espuma de jabón puede salir de alguna olla o sartén sin enjuagar correctamente y salpicar en la superficie de la estufa, dejando manchas y restos que de no limpiarse se tornan color blanco.
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Salpicaduras de agua: El agua puede salpicar en la superficie de la estufa mientras se hierve o se cuece, dejando manchas y acumulaciones de minerales.
Polvo y suciedad: El polvo y la suciedad pueden acumularse en la superficie de la estufa con el tiempo, especialmente en las áreas cercanas a las placas de cocción.
La pregunta del millón: ¿Cada cuánto se debe limpiar la estufa?
La frecuencia con la que se debe lavar la estufa depende de diversos factores, como la cantidad de uso, la frecuencia de cocción y el tipo de alimentos que se cocinan.
Si se cocinan alimentos grasosos o pegajosos con frecuencia, es posible que debas limpiar la estufa más a menudo. Si la estufa está muy sucia, es posible que deba ser limpiada más de una vez para eliminar toda la grasa y la suciedad.
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Además, es importante tener en cuenta la limpieza de las placas de cocción y la limpieza de los filtros de ventilación para mantener una buena circulación de aire y evitar malos olores.
La frecuencia con la que se debe lavar la estufa depende de diversos factores, pero en general, se recomienda limpiarla después de cada uso o al menos una vez a la semana.