La historia de Uber, fundada en 2010, está plagada de escándalos de acoso, disputas legales y evasión de impuestos, de acuerdo con la investigación que recopila archivos confidenciales de la aplicación que señalan que la empresa tuvo acceso a líderes mundiales para impulsar su expansión global.
Bautizada como Uber Files (Los archivos de Uber), la investigación realizada por docenas de medios revela que representantes de la compañía sacaron provecho de sus relaciones con líderes mundiales para obtener respaldo y evadir a las autoridades regulatorias, para dominar el mercado.
En casi todos los países, Uber se encontró con barreras regulatorias, por lo que los ejecutivos crearon la “Pyramid of shit” (Pirámide de la mierda, en español) como un esquema simple para ingresar a los mercados.
La pirámide funcionaba como una gran maquinaria de cabildeo e influencia con líderes mundiales de Europa, América, África y oriente medio. En 2014, la empresa gastó 90 millones de dolares en estos trabajos, revelan los documentos filtrados.
“No pidas permiso, simplemente lanza Uber“
La estrategia consistió en saltarse la ley y luego cambiarla, Mark MacGann, extrabajdor de Uber, relató a The Guardian que el mantra que la gente repetía en todos los despachos venía desde la cúpula: “no pidas permiso, simplemente lanza Uber, presiona, alista conductores, sal, haz marketing y rápidamente la gente despertará y verá qué cosa más maravillosa es”.
La investigación revela que diferentes gobiernos y personajes destacados como el presidente francés Emmanuel Macron o funcionarios del gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri, favorecieron el ingreso a de la empresa en diferentes países.
Entre los textos filtrados se puede ver la relación entre el exCEO de la empresa, Travis Kalanick, y el presidente francés Emmanuel Macron quien ayudó en secreto a la empresa en Francia cuando era ministro de Economía, permitiendo que Uber tuviera acceso frecuente y directo a él y su personal.
Macron parece haber hecho todo lo posible para ayudar a Uber, e incluso le dijo a la compañía que había negociado un “acuerdo” secreto con sus oponentes en el gabinete francés.
En Argentina el CEO de la compañía hizo todo lo posible para negociar con el entonces presidente, Mauricio Macri, para evitar el pago de impuestos y cargas patronales.
Los cabilderos de Uber lograron convencer a funcionarios públicos en diversos países de modificar las regulaciones y leyes a conveniencia de la empresa.
Mark MacGann, el informante
Mark MacGann fue un alto ejecutivo de Uber entre 2014 y 2016, tenía el cargo de jefe de Políticas Públicas de Europa, Medio Oriente y África, lo que se traduce en el principal cabildero de la compañía en esa área
Ahora con 52 años fue el encargado de toda la información de los llamados Uber Files que fue filtrada al periódico británico The Guardian.
MacGann se encargaba de supervisar las relaciones de Uber con los gobiernos de más de 40 países y de gestionar la agresiva expansión de la compañía a pesar de las leyes locales.
Oficialmente abandonó su cargo en Uber el 12 de febrero de 2016, pero la compañía le pidió que siguiera como asesor, nuevo puesto que mantuvo hasta agosto de ese año cuando fue contratado por otra empresa.
Las cuestionables tácticas de Uber para su expansión
Los Uber Files es la filtración que recopila archivos confidenciales de la aplicación de transporte que evidencia tácticas éticamente cuestionables y potencialmente ilegales que la compañía usó para propulsar su expansión global desde hace casi una década.
En total, se trata de 124 mil documentos de entre 2013 y 2017, inicialmente obtenidos por el diario británico The Guardian y que luego compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Las revelaciones son otro duro golpe para una compañía que siempre estuvo acompañada por la controversia en su objetivo de convertirse en una fuerza imperante en la industria del transporte local en el mundo.
Los documentos incluyen intercambios de mensajes de texto y correos electrónicos entre ejecutivos, uno de ellos su cofundador y antiguo presidente Travis Kalanick, quien tuvo que renunciar en 2017 por acusaciones de prácticas brutales de gerencia y múltiples episodios de acoso sexual y psicológico dentro de la compañía.
“La violencia garantiza el éxito”
La cúpula de Uber sacaba provecho político y de marketing cuando las protestas de taxistas eran más violentas hacia sus conductores.
“La violencia garantiza el éxito”, le escribió Kalanick a otro de los líderes de la empresa a medida que impulsaba una contraprotesta en medio de las manifestaciones de París en 2016 contra la llegada de Uber al mercado.
Conductores de Uber enfrentaron violentas represalias de los taxistas que los veían como una amenaza a su medio de vida. La investigación halló que en algunas instancias, cuando los conductores eran atacados, los ejecutivos de Uber reaccionaban rápido para capitalizar la búsqueda de respaldo regulatorio y de la opinión pública.
Cultura laboral tóxica de Uber
Uber fue acusado de tolerar una cultura sexista y violenta por lo que abrió una investigación interna. Su cofundador Travis Kalanick se ve obligado a renunciar (2017) por alentar prácticas directivas brutales y generar una cultura laboral tóxica.
Además, la empresa despidió a 20 trabajadores tras 215 denuncias por comportamientos inapropiados e intimidaciones por parte de empleados de todo el mundo.
En India, uno de los dirigentes de la compañía es despedido después de haber tratado de desacreditar el testimonio de una mujer violada por un chófer en 2014.
La evasión de impuestos como bandera
Los documentos muestran la forma en que la empresa evadía el pago de impuestos en los países en los que opera. Según los correos internos de Uber, sus ejecutivos explicaban a los gerentes regionales cómo adelantarse a las críticas de los gobiernos de sus países. Les sugirieron remarcar las “soluciones” que la empresa tenía para garantizarse que sus conductores pagaran impuestos.
En 2012 la compañía estadounidense creó una empresa holandesa, Uber BV, para concentrar los pagos de los clientes que usan los coches de Uber en ciudades como Londres, Sidney, Buenos Aires, París y cientos más.
Luego de recibir esos fondos de cada usuario, Uber BV giraba hasta el 80% de cada viaje al conductor, mientras que la mayor parte del 20% restante se transfería a su filial en Bermudas, un paraíso fiscal, donde los ingresos de las empresas están exentos de impuestos.
Con el fin de justificar su accionar, la empresa estadounidense respondía revelando que la práctica de evadir impuestos y estafar a las autoridades no era algo exclusivo, sino que se trataba de algo que hacían “centenares de grandes empresas internacionales”.
Las investigaciones revelan que la empresa líder en el mundo del transporte, viajes compartidos y entregas, construyó su éxito en base a la evasión, el cabildeo, los contactos con funcionarios de alto nivel en varios países y principalmente, en la precarización y explotación de sus choferes.