Si ya has hecho algún trámite, seguramente ya tienes tu e.firma, y si necesitas hacer uno, entonces tienes que sacarla. Sin embargo, el SAT tiene otro instrumento de autentificación, si no lo conoces esta vez en Unotv.com te decimos qué es la e.firma y cuál es la diferencia con la firma electrónica normal.
Todo contribuyente debe realizar ciertos trámites ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), como mantener actualizados sus datos en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), dar de alta el Buzón Tributario para recibir notificaciones y, en algunos casos, presentar las declaraciones mensuales y anuales.
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¿Para qué sirve la e.firma portable?
En este sentido, destaca que la e.firma portable es una especie de token de dos factores como en los bancos, conformado por una contraseña y una clave dinámica que puedes usar desde cualquier parte del mundo para autentificarte en las aplicaciones del Portal SAT.
Además, éste te servirá para autorizar algunos trámites, como la solicitud de devolución en el caso de la auditoría anual, y puedes solicitarla a través de internet, a través de este enlace, facilitándote el acceso a las aplicaciones del SAT, además de que para ésta no necesitarás memorias USB para guardarla. Aunque únicamente es para personas físicas.
Mientras que desde el momento en que la tramitas fortalecerás la seguridad de tu cuenta en la plataforma, pues eliminas el riesgo de que alguien haga mal uso de tus datos al obtener los archivos de tu e.firma tradicional.
¿Cuál es la diferencia entre la e.firma portable y la normal?
Comparada con la e.firma tradicional del SAT, podríamos decir que la e.firma portable sirve para lo mismo, pues ambas son para autenticarte, validad y autorizar trámites y movimientos en tu cuenta ante el organismo, pues incluso hay partes de la plataforma a la que puedes entrar con la e.firma tradicional en vez de contraseña.
Sin embargo, sí hay diferencias entre ambos instrumentos, pues como ya mencionamos la e.firma portable se almacena directamente en el sitio, pidiéndote tu contraseña para entrar y validar tus trámites, pues ésta crea claves aleatorias para contrafirmar.
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Mientras que la e.firma tradicional es una firma autógrafa digital con la que signas tus documentos, pero en este caso el SAT te entrega tres archivos, que son la clave privada (.key), el requerimiento (.req) y el certificado (.cer), y que te aconsejan guardar en una memoria USB que tendrás que conectar cada que necesites usar este instrumento.
Lo malo con ésta es que si alguien tiene esos archivos puede hacer cosas a tu nombre y autorizarlas, robándote tu identidad ante la institución.
Aunque la ventaja de la antes llamada firma electrónica, o sea la e.firma tradicional, es que también la puedes usar para autentificarte en otros servicios, como dependencias federales, trámites estatales y municipales, y hasta en algunas instituciones privadas.
