Restaurantes cerrados por COVID-19 no resistirán otro cierre, y es que desde que llegó el virus al país, en febrero pasado, comenzó a asfixiar a miles de este tipo de negocios.
Antes de la emergencia sanitaria y económica, generaba 2.1 millones de empleos directos y 3.5 millones de puestos de trabajo indirectos.
Pero en nueve meses, la pandemia de COVID-19 ya provocó el cierre de 90 mil negocios y acabó con el 20% de su fuerza laboral, entre ellos restaurantes.
“Estamos hablando de 400 mil empleos”.
Francisco Fernández Alonso, presidente de la CANIRAC.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) advierte que, si el semáforo vuelve a rojo en gran parte del país, las pérdidas serían incuantificables.
“El quiebre sería catastrófico. Nos agarrarían a todos hincados, el efecto sería muchísimo más agresivo”.
Francisco Fernández Alonso
Además de los restaurantes, el efecto dominó alcanzaría a uno de sus principales socios: el sector inmobiliario, que también resiente el golpe de la pandemia por COVID-19.
La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios reporta la pérdida de 50 mil empleos.
“Nuevos proyectos se están posponiendo para ver cómo viene el proceso de reactivación económica a finales del 2021 y 2022 y con eso vamos a ver la toma de decisiones. La inversión en general ha caído cerca de un 20, 25% que es un monto muy importante a nivel nacional”.
Enrique Téllez, presidente de la ADI.
Como en otros sectores de la economía, la esperanza está puesta en la vacuna. Tanto restauranteros como inmobiliarios celebran el anuncio de que las primeras dosis llegarán en las próximas semanas.
“Es una gran noticia y lo estamos viendo, eso nos da luz al final, pero todavía no llegamos al final del túnel, hay que trabajarle para llegar al final del túnel”, reiteró Enrique Téllez.
Pese al optimismo, piden no relajar las medidas de contención del COVID-19 en restaurantes y otro tipo de negocios.