Por muchos años la colección de monedas ha llevado a los numismáticos a buscar por el mundo las más extrañas, únicas y originales. Las más antiguas siguen cautivando a sus seguidores, ya que su tiempo y su lugar de origen les otorga un sentido personal, distinguido y por supuesto lujoso a su colección.
Las imperfecciones que tienen algunas monedas aumentan su valor, principalmente por su autenticidad, originalidad y cantidad de ellas, ya que algunas son piezas únicas.
La clave o características que una moneda debe tener según los expertos se agrupan en tres factores básicos: Su valor histórico y cultural, la conservación o el estado de la moneda y su procedencia, rareza o motivo de acuñamiento.
Las monedas se pueden conseguir en casas de antigüedades, casas de monedas, lugares de objetos curiosos o incluso sitios web, sin embargo, las que tienen más antigüedad y por ende más valor, se consiguen comúnmente por medio de subastas.
¿Cuáles son las monedas más caras del mundo?
- Dólar de Busto de 1804
El Draped Bust Dollar es según los expertos una de las monedas más caras del mundo. Su fabricación o acuñamiento data de 1804. Se dice que esta moneda realmente se acuñó en 1834 y se usaba como regalos de cortesía diplomática.
En esa fecha no había dólares de plata, por lo que se creó esta serie de pocas monedas de su tipo. Se dice también que solo quedan 15 de ellas. Su precio se estipula en 2.795.000 euros.
- Dólar de plata de 1794
8.213.000 euros actuales es el valor de una de las monedas más buscada por los coleccionistas, y cuya pieza fue subastada en 2013.
Tiene un diámetro de apenas 4 centímetros. Se dice que es posible que sea la primera moneda en fabricarse en Norteamérica y representa un retrato de la libertad con cabello largo y una representación de los 15 estados que conformaban la unión.
- Centén segoviano de 1609
Esta moneda es exclusiva, ya que según los registros, solo se fabricaron 7 piezas. Por esta razón es una de las monedas más caras de toda Europa. Su valor histórico es muy grande, ya que además es la moneda más grande que se acuñó en esa época en la región. Durante una subasta se pagó por ella 800.000 euros.