El juez James Boasberg, de un tribunal federal de Washington D.C., desestimó quejas antimonopolios federales y estatales contra Facebook que buscaban obligar a la red social a vender Instagram y WhatsApp: tras el fallo a su favor, Facebook ya vale un billón de dólares.
Las acciones de Facebook subieron más del 4% después del fallo, colocando su capitalización de mercado por encima de un billón de dólares por primera vez en su historia. Fue el primer gran golpe contra las firmas de Big Tech, que buscaban antimonopolio y abusos de poder en el mercado.
Batalla ganada, guerra continúa
- El juez James Boasberg dijo que los quejosos pueden presentan un nuevo proceso antes del 29 de julio
También desestimó una demanda de varias entidades de Estados Unidos, diciendo que esperaron demasiado para impugnar las adquisiciones de Instagram y WhatsApp en 2012 y 2014, respectivamente. El juez no invitó a los estados a volver a presentar su denuncia antimonopolio.
Con respecto a la demanda de la Comisión Federal de Comercio (FTC) contra Facebook, el juez escribió:
“Aunque el tribunal no está de acuerdo con todos los argumentos de Facebook aquí, en última instancia coincide en que la denuncia de la agencia es legalmente insuficiente y, por lo tanto, debe ser desestimada. La FTC está en su derecho de considerar nuevas opciones legales”.
Un portavoz de Facebook, empresa que ya vale un billón de dólares, dijo que la red social está complacida por las decisiones del juez, que desecharon quejas antimonopolio por parte del Gobierno. En tanto, la FTC aseveró que se “revisa de cerca la opinión y evalúa la mejor opción a seguir”.
¿Cómo empezó el problema?
En diciembre de 2020, la FTC y fiscales de 48 estados y del país demandaron a Facebook, alegando que abusó de su posición dominante con sus adquisiciones de Instagram y WhatsApp para así neutralizar a la competencia, por lo que sus quejas, dijeron, eran en pro del antimonopolio.
Estados Unidos culpó a Facebook por las adquisiciones de Instagram por mil millones de dólares, y de WhatsApp por 22 mil millones. Criticaron sus condiciones a desarrolladores de software para “afianzar e ignorar políticas antimonopolio que niegan a consumidores beneficios de la competencia”.