Los focos rojos en las principales economías mundiales siempre mantiene en vilo a los mercados globales y el caso Evergrande no es la excepción.
El gigante chino inmobiliario Evergrande presenta una deuda que asciende a más de 300 mil millones de dólares y, su falta de liquidez, están provocando nerviosismo en las principales bolsas del mundo, como la de México.
Dicho pasivo la convierte en la empresa inmobiliaria más endeuda del mundo y ahora la pregunta es si el gobierno chino entrará para rescatarla y así mantener a flote a una de las empresas más valiosas en dicho sector.
Y es que el sector inmobiliario es uno de los pilares del crecimiento económico chino en las últimas décadas, representa según la Oficina Nacional de Estadística de China el 7,5% del producto interior bruto del país. La nación asiática es una de las más pobladas del mundo.
¿Por qué la preocupación mundial por Evergrande?
La atención mundial financiera está puesta en los siguientes días en las obligaciones que tiene Evergrande, aunado al gigantesco pasivo por más 300 mil millones de dólares, la falta de liquidez aumentan los temores internacionales para cumplir con sus fechas de pago.
La empresa debe pagar este jueves 83,5 millones de dólares en intereses relacionados con su bono de marzo de 2022 y el 29 de septiembre debe pagar otros 47,5 millones de dólares por los bonos de marzo de 2024.
Ambos bonos entrarían en mora si Evergrande no liquida los intereses en los 30 días siguientes a las fechas de pago previstas.
Durante los últimos años la empresa se dedicó a pedir préstamos para financiar no sólo su división de construcción sino otros muchos negocios a los que ha ido expandiéndose: parques de diversión, embotelladoras de agua, vehículos eléctricos e incluso llegó a comprar un equipo de futbol.
Su quiebra pondría en apuros también a todas estas divisiones, a los 200 mil empleados directos y a los más de 3,8 millones de puestos de trabajo indirectos que crea al año. Además, puede tener un efecto dominó en toda la economía mundial.
Por lo que el gobierno chino debe decidir si mantiene a flote una de los principales constructores del país o lo deja desaparecer poniendo en riesgo más de 1,300 desarrollos inmobiliarios en 280 ciudades del país.
Focos rojos ante crisis de liquidez
Los inversores empezaron a preocuparse después de que en septiembre del año pasado se filtró una carta que mostraba que Evergrande había solicitado el apoyo del Gobierno chino para aprobar un plan de salida a bolsa que fue descartado, advirtiendo que se enfrentaba a una crisis de liquidez.
La empresa fundada en 1996 salió a bolsa en Hong Kong en 2009, lo que le dio más acceso a los mercados de capitales y de deuda para aumentar el tamaño de sus activos hasta los más de 300 mil millones de dólares actuales.
La preocupación se intensificó después de que Evergrande admitió en junio que no había pagado a tiempo algunos pagarés, y de que en julio un tribunal chino congeló un depósito bancario de 20 millones de dólares de la empresa a petición del Guangfa Bank.
¿Cómo funciona Evergrande?
Evergrande depende para seguir funcionando del dinero que le llega de las preventas de apartamentos en construcción, que suelen enseñarse sobre plano.
Pero por diversos factores, las ventas se han ralentizado y al tener menos ingresos, la empresa no puede pagar a sus proveedores, que dejan de suministrar materiales o servicios.
Eso hace que no pueda terminar las casas y por lo tanto no puede recaudar más efectivo: es un círculo vicioso.
En un comunicado emitido por la compañía, sus directivos dijeron que su flujo de caja estaba bajo “una presión enorme”.
Algunos proyectos de Evergrande ya han quedado en suspenso mientras la empresa saca activos a la venta para generar liquidez y trata de negociar con sus proveedores para demorar los pagos y evitar la quiebra.
Respuesta del director de Evergrande
El presidente de Evergrande, Hui Ka Yuan, dijo en una carta al personal que la empresa confía en que “saldrá de su momento más oscuro” y entregará los proyectos inmobiliarios tal y como prometió, y que cumplirá con sus responsabilidades ante los compradores de propiedades, los inversores, los socios y las instituciones financieras.
Los inversores de Evergrande, sin embargo, se mantenían en vilo.
La carta llega tras una jornada de pánico bursátil en los mercados asiáticos y también occidentales ante el temor a que una quiebra del gigante inmobiliario se contagie a la economía china y del resto del mundo.
La crisis en Evergrande ha provocado inusuales protestas frente a los edificios de la compañía en China por parte de inversores y proveedores que pedían su dinero. Algunos aseguraban que les debían hasta un millón de dólares.
Además, también en los últimos días pequeñas manifestaciones se han originado en diversas ciudades chinas. Más de un millón de personas esperan mudarse a sus nuevas viviendas y han pagado depósitos y potencialmente podrían perder ese dinero si se produce la quiebra.
Reacción de las bolsas del mundo
Las bolsas mundiales se estabilizaban un poco este martes y los precios del petróleo se recuperaban de las fuertes caídas del día anterior, ya que los inversores confiaban más en que el contagio de las dificultades de Evergrande sería limitado.
Algunos analistas han sugerido que los problemas de deuda de la empresa podrían representar riesgos generalizados para el sistema financiero de la segunda economía más grande del mundo.
Existe la preocupación de que otros promotores inmobiliarios que también están muy endeudados puedan seguir el mismo camino.
El banco central de China destacó en su informe de estabilidad financiera de 2018 que empresas como Evergrande podrían suponer riesgos sistémicos para el sistema financiero del país.
De acuerdo con varios medios locales, reguladores como el Banco Popular de China, la Comisión Reguladora de la Banca y los Seguros de China han aprobado una propuesta de Evergrande para renegociar los plazos de pago con los bancos y otros acreedores.