Elon Musk, jefe máximo de Tesla, anunció que habrá un retraso de un año en el lanzamiento del auto deportivo Roadster, hasta 2023, por los cuellos de botella en la cadena de suministro global.
Musk había insinuado en enero que el Roadster, cuyo lanzamiento estaba previsto inicialmente para el año pasado, saldría a la venta a finales del verano boreal de 2022.
“El 2021 ha sido el año de la superloca escasez de la cadena de suministro. Suponiendo que 2022 no sea un megadrama, el nuevo Roadster debería de salir en 2023”.
Elon Musk.
Hace un año, el multimillonario de Silicon Valley había dicho en el podcast del cómico Joe Rogan que el Roadster era menos prioritario y lo comparó con un “postre”. “Tenemos que ir a por la carne, las patatas y las verduras”, dijo.
Musk había dicho que eran más importantes el aumento de la producción del utilitario deportivo Model y la construcción de una fábrica de vehículos en Berlín.
Escasez de chips electrónicos también afecta a Tesla
El retraso del lanzamiento del Roadster puede deberse a que los fabricantes mundiales de automóviles, incluidos Ford Motor, Honda Motor, General Motors y Volkswagen, se han visto sorprendidos por una prolongada escasez de chips en el mundo, lo que ha obligado a muchos a parar o reducir la producción.
Estas piezas, indispensables para ensamblar unos vehículos cada vez más informatizados, son difíciles de encontrar desde finales de 2020. Aunque los clientes vuelven poco a poco a los concesionarios, Mercedes o BMW tuvieron que suspender temporalmente la actividad en varias fábricas.
La escasez de chips obligó a Nissan a retrasar la salida de su nuevo ‘Crossover’ 100% eléctrico Ariya, aunque la marca nipona no ha modificado su objetivo anual de ventas.
Y Tesla, que se ha visto frenada por la escasez de airbags y cinturones, concibió programas para utilizar nuevos compuestos, señaló su dirigente Elon Musk.