Luego de que se diera a conocer que Petróleos Mexicanos (Pemex) no renovaría su contrato con la empresa calificadora Fitch Ratings, el analista Luis Miguel González, director del Periódico El Economista, consideró que llegó el momento de la verdad en lo que tiene que ver con el rescate del sector energético, o de las grandes empresas del sector energético.
“Yo diría que López Obrador está consciente que en estos dos años no ha habido los resultados ni en Pemex ni en CFE”.
Luis Miguel González, analista.
En un comentario para el noticiero de José Cárdenas, el analista señaló que el problema, en el caso particular de Pemex, es que se trata de un rescate multimillonario, una deuda, que solo en la parte financiera son 113 mil millones de dólares, luego la deuda con proveedores que, más o menos son 400 mil millones de pesos y los pasivos laborales.
“No es, como se presentó en la mañanera, solo una cuestión de, ‘bueno, le movemos un poco los impuestos y nos hacemos cargo de unas deuditas’. Las deudas de Pemex son mayores que las reservas del Banco de México, para ponerlo en perspectiva, es más grande lo que debe Pemex que todo lo que tiene el Banco de México en reservas”.
Luis Miguel González, analista.
El analista destacó que obviamente no se trata de usar las reservas del Banco de México para pagar las deudas, pero no es una tarea fácil este rescate y, sobre todo, no puede haber un rescate que pase de largo el principal problema de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que son muy ineficientes en términos de producción.
Comparados con empresas privadas, resulta que producen más caro y, en algunos casos más sucio.
El analista destaca que el presidente López Obrador habló en su conferencia matutina sobre el tema de contratos leoninos, abusos, que seguramente existen, pero no se están tratando como casos específicos a atender y, literalmente, encarcelar a quien sea responsable.
Sector energético necesita inversión privada
“Se están tomando como piedra de toque para replantear toda la relación con el sector privado y es obvio que el sector privado en estos momentos no trae muchas ganas de invertir en el sector energético, no le alcanza al país con lo que Pemex y CFE puedan hacer, necesitamos de inversión privada”.
Luis Miguel González, analista.
Luis Miguel González subraya que esta inversión privada debe ser de calidad, no inversión que abuse de contratos mal hechos, pero si una inversión que aporte tecnología y capital que Pemex y CFE no tienen.
“La clave son soluciones ideológicas, y pongo el caso. El problema no es decir ‘Pemex que ser grande porque si’, es ‘tiene que ser tan grande como lo permita su capacidad’, y, en este momento es como de mal gusto hablar de soluciones neoliberales pero, en buena medida lo que se planteaba en otro momento era que Pemex no esté en actividades donde signifique pérdidas su presencia, Pemex es muy malo refinando petróleo, es muy cara la refinación en Pemex”.
Luis Miguel González, analista.
Destaca que Pemex es muy buena empresa en explotación de campos someros, es uno de los mejores jugadores en el mundo, en buena medida es hacia donde tendría que especializarse, el pensar que Pemex pueda hacer absolutamente de todo y que hay dinero para financiar, hasta en las actividades donde es muy caro, muy malo, no tiene sentido.
Pemex y las calificadoras
“Lo mismo aplica para la CFE, que gana mucho dinero, hace buen negocio en comercialización y transmisión, no es tan buena, en parte porque tiene plantas muy viejas, en generación de energía, no tiene porque querer hacer todas y cada una de las actividades”.
Luis Miguel González, analista.
En cuanto a no recontratar a la calificadora Fitch Ratings, el analista señala que la mala noticia para Pemex, si ese era su plan, es que Fitch dice, “como tenemos obligaciones frente a los inversionistas seguiremos calificando la deuda de Pemex, es decir, no nos lo paga Pemex pero nuestros inversionistas no lo están pidiendo”.
“Es importante que la gente sepa que una empresa de las características de Pemex tiene que estar calificada por tres empresas, no puede quedarse con dos”.
Luis Miguel González, analista.