Un banco, en su definición más sencilla, es una entidad financiera que recibe dinero y lo administra colocando créditos e inversiones.
El Banxico específica, por ejemplo, que un banco es como cualquier otro negocio, pero con la diferencia de que el producto que ofrece es dinero y lo usa para ganar más dinero.
Es de destacar que hasta antes del siglo XX la actividad financiera entre la población en México no se realizaba en bancos y las prácticas comunes que predominaban como medios de pago eran el trueque o transacciones particulares con monedas nacionales y extranjeras, pagarés y vales.
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La Asociación de Bancos de México (AMB) señala que en aquellos tiempos, el crédito era proporcionado por la Iglesia y comerciantes quienes, también, se dedicaban a la especulación y el agio.
- Toma nota: El Colegio de México destaca que el agio es un tipo de especulación que utiliza medios como la simulación de operaciones de compraventas y hasta la propagación de rumores para manipular y aprovechar las oscilaciones en el precio del dinero, mercancías y títulos de crédito entre otros bienes.
Si bien es cierto que el trueque, los pagares y los vales eran cosa común en el Siglo XIX en México, había algunos bancos que intentaban sentar bases en el país, pero no como los conocemos ahora.
En 1784, por ejemplo, durante el mandato de Carlos III, se creó el Banco de Avío y Minas que financiaba mineros y que sería el primer antecedente bancario en México.
¿Dónde surgió el primer banco y por qué se llama así?
La creación del primer banco en el mundo es difícil de ubicar, aunque registros históricos refieren que en Babilonia, en el grupo de los Hammurabi, en el año 2, 250 a. C., y en Mesopotamia, en el Templo Rojo de Uruk, en el año 3,400 a.C., ya se realizaban depósitos como anticipos de pagos.
En Babilonia, en el Siglo VII a.C., ya existían actividades y documentos propios de actividades bancarias como certificados, letras de cambio, órdenes de pago y hasta administración de bienes, además de personas especializadas en dinero que eran conocidas como krematistas, kolobistas y daneístas quienes intercambiaban monedas y colocaban depósitos con los trapezita.
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Mención aparte merecen los griegos, quienes jugaron un papel importante en la actividad bancaria con la sustitución, en el siglo VII a.C, de los lingotes de plata por fragmentos de metal uniformes que tenían un sello, lo cual permitió el surgimiento de prestamistas (trapezitas) que cobraban intereses y operaban en las ferias sentados en bancos tras mesas en las que hacían las cuentas.
En 1171 ya se encontraban bancos en Venecia, Italia; en 1590 en Barcelona, España y en 1609 en Ámsterdam. En México, en 1837 se creó el Banco Nacional de Amortización de la Moneda de Cobre, que reemplazaba y amortizaba, precisamente, este tipo de moneda y en 1883 se creó el Banco Nacional Mexicano, que emitió billetes desde uno a mil pesos.
Genóva, Italia, cuna de la palabra banco
La palabra banco tiene su origen en la ciudad de Génova, en donde, en el siglo XII, se conocía como banchieri a los cambistas que, sentados precisamente en bancos, atendían en Plazas Públicas a sus clientes.
Los cambistas, además de recibir depósitos que luego invertían, principalmente en operaciones de cambio marítimo, identificaban las monedas acuñadas en distintas ciudades y se encargaban de determinar si eran o no falsas.
En 1407 la palabra banco comenzó a cobrar notoriedad en Génova, donde se habría utilizado, en primera instancia, para nombrar al “Banco de San Jorge de Génova” que antes era conocido como Casa de San Jorge, la cual se dividía en dos secciones, la que recibía los depósitos y la que daba préstamos a encargados de impuestos y a la misma República, no así a particulares.
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La palabra banco es, entonces, derivada del mueble que usaban primero los trapezita y después los cambistas italianos para sentarse frente a su mesa y comenzar a hacer sus transacciones.
- El dato curioso: Una anécdota narra que cuando había un fracaso en las finanzas de los primeros “banqueros” estos estrellaban sus bancos contra las mesas de trabajo, lo que habría dado origen a la frase “banca rota”, hasta hoy utilizada.
Algunos investigadores más ven el origen de la palabra banco en el término “monte”, con el que se nombró al primer banco de Venecia, y otros ven su nacimiento en la palabra alemana bank.