Un mal recurrente de la “vida adulta” es el no lograr que la quincena alcance o llegar al siguiente corte de la tarjeta sin arrastrar algún cargo que tendremos que pensar en liquidar poniéndolo a meses o de plano con el aguinaldo.
Sin embargo, aparte del obvio cambio de trabajo o búsqueda de una fuente adicional de ingresos en Unotv.com te damos estos 10 tips para que la administración de tus finanzas personales.
¿Cómo hacer rendir la quincena?
Para empezar hay que aclarar que no existe algo milagroso que de pronto haga que la quincena se estire tanto que alcance a cubrir los gastos que corresponden y hasta alcance para guardar algo para contingencias, pero aquí tenemos algunos tips de expertos en finanzas que podrían ayudarte, o a tu pareja, en caso de que entre ambos manejen sus finanzas.
1.- Define tus objetivos y plazos financieros
Como podría parecer obvio, el primer paso para organizar nuestras finanzas es tener claro qué queremos lograr, en cuánto tiempo y de qué forma en un escenario realista, tomando en cuenta solo los elementos con los que contamos, no los que podrían fallar por alguna razón.
En este punto, además de ese “gustito” que queremos darnos es importarte contemplar el ahorro, pues uno no sabe cuándo nos llegará a faltar ese guardado para cubrir alguna contingencia como gastos médicos, algún remplazo para el coche o compostura.
2.- Identifica tus ingresos y gastos reales
Ya que identificaste qué es lo que quieres lograr, llegó el momento de ver qué tan realista nos resultará llegar a esa meta, por lo que ahora te recomendamos apuntar en un papel, en una columna todos los ingresos que tienes al mes, a la quincena, o a la semana, según prefieras, y en otra los gastos reales que tuviste en los dos o tres periodos anteriores, a fin de tener un margen de cantidades.
3.- Define en qué gastas y sus prioridades
Ahora hay que analizar esos gastos que tuviste y definir cuáles de éstos son fijos y cuáles son variables, así como si pudieras prescindir de algunos o, en su caso, reducir sus montos. Recuerda siempre priorizar tus gastos por su importancia, sin dejar que la emoción te lleve a dar más importancia a algo que quieres comprar por sobre la renta de tu casa, por ejemplo, o el pago de tu crédito.
4.- Arma un presupuesto, el que realmente seguirás
Una vez que tienes definido qué quieres lograr, de cuánto dispones y qué gastos debes realizar, es momento de hacer un presupuesto, para lo que te puedes ayudar de una hoja de Excel, y en donde pongas, incluso con fechas, cuánto será para qué, con cifras exactas para evitar esas “burbujas” que de pronto nos llegan a dejar sin decenas o cientos de pesos por no contar los centavos.
5.- Ahora, hablemos de deudas
Algo que también nos lastra cada mes son esas cosas que dejamos para pagar al siguiente mes, como la tarjeta de crédito, por ejemplo, o cuando aprovechamos en las tiendas los tan llamativos “Meses Sin Intereses” o “Empieza a pagar en…”, que si bien nos ayudan a obtener cosas que queremos o necesitamos, si abusamos de este tipo de ofertas terminaremos debiendo mucho más de lo que ganamos.
En este punto, al elaborar tu presupuesto es buena idea considerar la capacidad e endeudamiento, es decir, de cuáles de nuestros gastos podríamos prescindir en caso de querer comprar algo, por ejemplo podríamos dejar de comprar comida en el trabajo y llevarla de casa si ese dinero que ahorramos lo podríamos destinar a comprar eso que tanto necesitamos. Ojo, no es necesario gastar ese dinero solo por poder hacerlo, la idea es tener en cuenta esa cantidad “por si acaso”.
6.- El crédito puede ser tu amigo, si lo sabes usar
Aunque este punto parece seguimiento del anterior, en realidad tiene importancia propia, pues una cosa es poder endeudarnos y otra, muy diferente, es saber hacerlo. Algo relevante aquí es, por ejemplo, evitar usar la tarjeta de crédito para cosas menores como despensa, comida o medicinas, que deberías tener incluidas entre los gastos esenciales, pues entre compras de 10 pesos en la tiendita de pronto ya debemos más que si hubiéramos comprado ese coche que queremos comprar. Lo mismo aplica a la hora de solicitar o utilizar un préstamo.
Algo que también debemos tomar en cuenta aquí es que lo mejor es no dejar que la tarjeta sobrepase lo que podemos pagar, siendo una excelente opción liquidar en cada estado de cuenta los gastos de ese mes, y para cosas grandes aprovechar los meses sin intereses siempre y cuando no nos descalabren el presupuesto, recuerda luego esos pesos que dejamos para pagar el siguiente mes se pueden convertir en una deuda impagable, pues siempre ocurren los imprevistos.
7.- Las emergencias no avisan, protégete
Hablando de imprevistos, es importante que en tu presupuesto destines algo para un fondo de emergencias, ya sea dejándolo en la cuenta donde te depositan la nómina o en algún instrumento de inversión, y que, como dicen, que el dinero el que trabaje por ti, pues en caso de una pérdida de empleo, algún accidente u otro tipo de contingencia, tendrás de dónde tomar para salir de esa.
8.- Elimina gastos hormiga y ajústate a tu presupuesto
En puntos anteriores ya lo dejamos ver pero ahora es tiempo de hablar directamente de ellos: los gastos hormiga. Y es que muchas veces al final de la quincena nos afectaron esas idas a la tienda a comprar dulces, cigarros, refrescos o café que no teníamos contempladas pero que requieren de dinero, por lo que es buena idea que, si no puedes dejar de hacerlos, contemplarlos desde un inicio en tu presupuesto y ajustarte a éste.
9.- Es bueno pensar en el futuro y que el dinero trabaje para ti
También este apartado parece el mismo que el del punto siete, pero no, pues aquí la idea es que, mientras el fondo de emergencias lo tendrás “a la mano” para cubrir algún gasto médico o, en su caso, el pago de la mensualidad de la tarjeta si perdiste de pronto el empleo o por alguna razón en ese periodo no recibirás tu ingreso fijo, en este caso la idea es que no toques ni pienses si quiera en el dinero que tienes ahorrado, al menos en el tiempo que te des para juntar alguna cantidad.
Y es que ya que este dinero tiene la característica de que debe ser “intocable”, sería bueno que lo metas en algún instrumento de inversión a plazos, con lo que además de dejarlo seguro ante tentaciones, al final te dará algún extra.
10.-No olvides y ajusta tu plan financiero
Por último, recuerda que siempre debes tener en cuenta el presupuesto que realizaste y seguirlo al pie de la letra, para todo lo que implique dinero, pues solo así podrás llegar a tu meta, ya sea la de esas vacaciones o simplemente el dejar de tronarte los dedos unos días antes de la quincena.
Como sabemos que siempre ocurren cosas que no planeamos, que algunas veces no podríamos ni predecir o prevenir, ante contingencias y casos extraordinarios ve ajustando tu presupuesto, ya sea dejando el café de la tarde fuera tu última semana para pagar algún medicamento o curación que surgió de pronto, o destinando de última hora a tu fondo de emergencia o de ahorro algún dinero extra que te llegó de improvisto porque te pagaron algún día festivo o porque te ganaste la lotería.