La Comisión Europea propuso prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035, algo que provocará un impacto en el sector automovilístico.
La Comisión Europea confía en esta prohibición para lograr un transporte completamente libre de carbono en 2050, puesto que la vida de un automóvil ronda los 15 años.
“Los vehículos de segunda mano serán los más afectados por las restricciones de tráfico como las zonas de baja emisión”.
Julia Poliscanova, representante de la oenegé europea Transporte y Medioambiente.
En metrópolis como Londres o París se prevé que el acceso se limite pronto a vehículos eléctricos únicamente.
¿Bajaría el precio de los autos eléctricos?
El precio de los vehículos eléctricos, hoy en día más caros que los térmicos, puede bajar rápidamente a medida que se fabriquen de manera masiva y el coste de las baterías disminuya. Según el grupo Stellantis (Peugeot y Fiat, entre otros), la paridad se podría alcanzar entre 2025 y 2030.
Además, su uso está evolucionando gracias a que hay cada vez más vehículos ofrecidos en leasing, lo que permite reducir el precio, subraya Thomas Morel de la empresa McKinsey.
Por otra parte, se prevé que el precio de los vehículos de gasolina suba con el aumento de sanciones gubernamentales, sin mencionar las multas a los fabricantes responsables de altas emisiones de CO2″, explicó Volkswagen.
¿Qué pasará con los autos que usan gasolina y diésel?
“Un gran número de coches quedarán obsoletos y, probablemente no tendrán derecho a circular en algunas zonas urbanas. Por tanto, su valor residual podría caer drásticamente”, señaló Thomas Morel.
Por su parte, Poliscanova cree que se necesitarán menos automóviles: “En las ciudades, en particular, utilizaremos el transporte público, bicicletas y vehículos compartidos”.
El reacondicionamiento, instalar un motor eléctrico en un coche antiguo, podría permitir también una transición más ecológica, agrega Poliscanova.