Boeing, bajo la presión de la pandemia y la crisis del 737 MAX, anunció que recortará 7 mil puestos de trabajo más antes de 2022, lo que dejaría el número de empleados en 130 mil; 30 mil menos que a principio de año.
El grupo, que no prevé una nueva reducción de su producción de aviones, vio caer su facturación en un 29% y registró pérdidas 449 millones de dólares en el tercer trimestre de este año.
La empresa anunció en la primavera boreal, justo después del inicio de la expansión a gran escala del COVID-19, una reducción del 10% de sus puestos de trabajo, unos 19 mil empleos. Al mismo tiempo, se contrataron unas 3 mil personas para su división de defensa.
Dave Calhoun, director ejecutivo, advirtió en julio que se esperaban más recortes.
Calhoun destacó este miércoles en una carta a los empleados que quiere dar prioridad a las salidas voluntarias y prejubilaciones “con el fin de limitar el impacto sobre los empleados y la empresa”.
“La pandemia mundial sigue ejerciendo presión sobre nuestro negocio este trimestre y nos estamos alineando con esta nueva realidad mediante la gestión estricta de nuestro flujo de caja y la transformación de nuestro negocio para que sea más nítido, más resistente y más sostenible a largo plazo”.
Dave Calhoun, director ejecutivo.
Ingresos de aviación comercial de Boeing cayeron 55%
Debido a que el tráfico aéreo sigue afectado por la pandemia y las aerolíneas multiplican las cancelaciones de pedidos de compra, Boeing entregó solo 28 naves durante el trimestre, lo que provocó que los ingresos de su división de aviación comercial cayeran un 55%, a 3 mil 600 millones de dólares.
La división dedicada a la defensa, el espacio y la seguridad, por su parte, redujo sus ingresos en un 2%, hasta los 6 mil 800 millones de dólares. Las ventas de servicios al cliente, como el mantenimiento de aeronaves, cayeron un 21%, a 3 mil 700 millones de dólares.