El Bitcoin y las criptomonedas son un tipo de medio digital de intercambio que ya lleva más de una década entre nosotros, pero ha sido en los últimos años cuando más ha ido aumentando su popularidad.
Las criptomonedas cumplen la función de una moneda, y de ahí que se las conozca con ese nombre. Sin embargo, es algo totalmente digital, que utiliza métodos criptográficos para asegurar sus transacciones financieras, controlar la creación de nuevas unidades y verificar la transferencia de activos.
Por lo tanto, podemos considerarlas como una alternativa descentralizada a las monedas digitales. Con el término “descentralizada” nos referimos a que estas monedas no son controladas por un único servicio o empresa.
El Bitcoin y su tecnología han tenido tal impacto, que a lo largo de los años han ido llegando cada vez más alternativas, nuevas criptomonedas alternativas que han ido incrementando su valor con mayor o menor suerte. Desde entonces, como veremos un poco después, se han ido creando una gran cantidad de criptomonedas diferentes.
¿Qué otras criptomonedas existen?
El Bitcoin empezó a dar sus primeros pasos en 2009. Desde entonces, con el tiempo han ido llegando cada vez más nuevas criptomonedas.
Algunas llevan años posicionándose como alternativas robustas y populares como el Ethereum, el Litecoin, y otras similares. El Ethereum incluso tiene una nueva versión llamada Ethereum 2.
También hay algunas sorpresas nuevas como la recién llegada Dogecoin, una criptomoneda creada por divertimento y basada en un meme. Pero desde que Elon Musk habló de ella asegurando que es la criptomoneda del pueblo, su valor no ha parado de crecer.
Algunos nombres propios entre las más valoradas son el Binance Coin, XRP, Cardano, Tether, Polkador, Uniswap, Chainlink o Bitcoin Cash y los más recientes conocidos como Tokens.
¿Hay un riesgo por las criptomonedas?
Los principales peligros de las criptomonedas, que son un activo digital basado en código informático, son su volatilidad, su falta de regulación y su vulnerabilidad inherente a su naturaleza digital.
El propio Banco de España y la CNMV advierten en un comunicado que “las criptomonedas no tienen la consideración de medio de pago, ni cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores”, por lo que califican esta inversión como “de alto riesgo”.