El adquirir un auto eléctrico puede generar un momento de satisfacción porque consideras aportas tu granito de arena al planeta. Sin embargo, tendrás que conducir 21 mil 725 kilómetros antes de hacer menos daño al medio ambiente que un auto sedán a gasolina.
Este es el resultado de un análisis de Reuters de los datos de un modelo que calcula las emisiones de los vehículos durante su vida útil, una cuestión muy debatida que está cobrando protagonismo cuando los gobiernos de todo el mundo presionan para que el transporte sea más ecológico y se cumplan los objetivos climáticos.
El modelo fue desarrollado por el Laboratorio Nacional Argonne de Chicago e incluye miles de parámetros, desde el tipo de metales de la batería de un vehículo eléctrico hasta la cantidad de aluminio o plástico de un coche.
El modelo GREET (una sigla en inglés para gases de efecto invernadero, emisiones reguladas y uso de la energía en las tecnologías) de Argonne se utiliza ahora junto con otras herramientas para ayudar a configurar la política de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y la Junta de Recursos del Aire de California, los dos principales reguladores de las emisiones de los vehículos en Estados Unidos.
Fabricación de autos eléctricos genera más carbono
Jarod Cory Kelly, analista principal de sistemas energéticos de Argonne, afirma que la fabricación de vehículos eléctricos genera más carbono que la de los coches con motor de combustión, principalmente debido a la extracción y el procesamiento de los minerales de las baterías de los vehículos y a la producción de las celdas eléctricas.
Pero las estimaciones sobre la magnitud de esa diferencia de carbono cuando se vende un coche por primera vez y sobre el punto de equilibrio de los vehículos eléctricos durante su vida útil pueden variar mucho, dependiendo de las hipótesis.