Amazon instalará su sede africana en Ciudad del Cabo, una inversión de varios millones de dólares y la promesa de miles de empleos, pero hay un pequeño problema: el terreno elegido es muy preciado para los Khoi San, primeros habitantes de la punta sur del continente.
El mes pasado, la ciudad portuaria aprobó la construcción de un complejo comercial y residencial de nueve plantas en un espacio verde a orillas del río, donde estarán las oficinas del gigante estadounidense que ocuparán 70 mil metros cuadrados.
Pero algunos descendientes de los primeros habitantes de la región, los pueblos Khoi y San, acusan el proyecto de profanar sus tierras ancestrales y defienden la importancia cultural y medioambiental del lugar.
“Nuestro patrimonio será completamente destruido“, explica a la AFP Aran Goringhaicona. “Este lugar tiene un gran significado espiritual para nosotros”, añade el jefe tradicional, a la cabeza de un colectivo opuesto al proyecto.
Junto con un grupo de vecinos, la Observatory Civic Association (OCA), escribieron esta semana al promotor, Liesbeek Leisure Properties Trust (LLPT), para advertirle de su intención de impugnar el proyecto ante los tribunales.
Teniendo en cuenta los problemas de inundaciones, pero también de sequía crónica en Ciudad del Cabo, los opositores cuestionan la celeridad y la validez de las aprobaciones medioambientales firmadas por la ciudad, explica Leslie London, presidente de la OCA.
La propuesta de Amazon fue aprobada por mayoría de los pueblos
Para los descendientes de los habitantes milenarios de este rincón del mundo, el sitio, donde se instalará Amazon, representa su lucha contra las potencias coloniales.
La primera de estas batallas, en 1510, vio a los Khoi defender el territorio contra los portugueses. Más recientemente, el lugar estaba protegido por una designación patrimonial provisional de dos años, que expiró en abril de 2020, según la ciudad.
Para honrar este patrimonio, el promotor promete construir un centro cultural gestionado por grupos indígenas, que incluye un jardín medicinal, una ruta de senderismo y un anfiteatro al aire libre.
Tanto este colectivo como el promotor afirmaron a la AFP que la propuesta fue aprobada por la mayoría de los pueblos indígenas de la provincia.