En México la justicia por propia mano ha tenido casos desde hace años y fue en 2016 cuando se les nombró como vengadores anónimos a quienes se enfrentaban a los ladrones en transporte público, tal como sucedió en la combi sobre la carretera México-Texcoco.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en su más reciente reporte señala que en México, de enero a junio de este 2020 se han registrado unos 888 mil 97 presuntos delitos en el país; Estado de México el más afectado de todos.
El primero de los vengadores anónimos
La historia en México muestra que desde hace años los ciudadanos se han encargado, muchas veces, de dar su merecido a criminales como ladrones, secuestradores y violadores. Sin embargo, en medio de la viralización de los hombres que le dieron una golpiza a un ladrón en la combi con ruta México-Texcoco, cabe recordar el primer caso viral de estos vengadores anónimos que se han enfrentado al crimen con mano propia.
Se trató de un hombre que mató a cuatro sujetos que robaron un camión en la Marquesa en octubre del año 2016, hace 4 años en realidad este fue el primer caso en ser viralizado en redes sociales del que también se hicieron memes y un debate entre sí estaba bien o no.
También en ese entonces muchos señalaron que era una práctica que estaba bien como respuesta ante la creciente inseguridad e inacción de los gobiernos en temas de seguridad; no obstante otros señalaron que “podía salir mal” y causar que las mismas víctimas terminaran en la cárcel o con represalias de los delincuentes por “defenderse” de ellos.
Aunado a esto, en 2019 la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, declaró que en su administración no se aceptarían a los justicieros sin nombre, pero hasta ahora, en 2020, ésta aún es ejercida por la población ante el crecimiento de la inseguridad en el país.
¡Otra golpiza! ¿Por qué se da esto?
En un sondeo hecho por Uno TV los ciudadanos consultados apuntaron que la existencia de personas que se deciden a encarar a los criminales se debe a la lenta o nula respuesta de las dependencias de seguridad ante los hechos delictivos. Esto está sustentado por la opinión de una especialista respecto al primer caso de 2016.
En el caso del primer vengador anónimo la Dra. Anne W. Johnson, del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO, afirmó que la justicia popular funciona como un mecanismo ante la falta de acción de las autoridades.
Ante esto, la especialista de la IBERO enfatizó que el surgimiento de vengadores o vigilantes se dio en un contexto de “profunda desconfianza de parte de la sociedad en los mecanismos oficiales de justicia. La justicia popular, en este contexto, funciona como un mecanismo de acceso a la justicia en la ausencia de otras opciones”.
De acuerdo con la profesora universitaria, hay distintas modalidades de los vengadores anónimos, pero que se vinculan en un objetivo común: responden a la ausencia de seguridad en el país. Tal como los vecinos vigilantes que han llenado las ciudades y pueblos de lonas que amenazan a los maleantes, como en la película de Gael García Bernal, Chicuarotes, se muestra.
Hasta el momento se desconoce si a pesar del crimen en la combi de Texcoco hubo una denuncia formal ante las autoridades por lo sucedido.
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