Enrique Graue Wiechers, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dio a conocer que cuando el semáforo epidemiológico esté en amarillo se comenzará a permitir el ingreso controlado y con medidas sanitarias de grupos reducidos a las instalaciones universitarias.
“Las actividades que se reabrirían serían para quienes realizan prácticas en laboratorios, así como de los alumnos de primer ingreso, quienes penosamente están ante una Universidad que no es la que imaginaron. Las puertas de la UNAM se tendrán que abrir gradualmente, cuando las condiciones lo permitan”, explicó.
La tecnología disminuirá el rezago escolar
El rector indicó que el regreso a las actividades presenciales no podrá ser iguales porque, por ejemplo, la mayoría de los profesores ya son diestros en el manejo de las tecnologías de la información y esto abre un complemento educativo notable, lo cual permitirá mayor flexibilidad entre el sistema presencial y el sistema a distancia.
“Estoy seguro que va a disminuir el rezago escolar al poder llevar materias en línea simultáneamente. Todas esas oportunidades tenemos que plasmarlas en los meses por venir”.
Empáticos ante las situaciones de la comunidad universitaria
Graue Wiechers señaló que ha pedido a directores de escuelas y facultades que, a través de sus consejos técnicos, implementen las medidas necesarias para ser empáticos a las diversas situaciones que enfrenta actualmente la comunidad universitaria.
“Hay quien tiene que estar al cuidado de alguien más; hay quien tiene que compartir la computadora con más personas, hay quien no tiene computadora”.
Cuentan con cinco Centros de Acceso
En este sentido recordó la apertura de Centros de Acceso a una computadora con conectividad, los cuales hasta el momento suman cinco, para que los estudiantes continúen sus estudios; además, en esta semana se comenzarán a repartir, en préstamo, tabletas con conectividad.
Finalmente, Graue destacó los avances alcanzados por la institución a lo largo de la pandemia.
“Han sido el resultado de un esfuerzo conjunto a lo largo de ocho meses, donde hubo una reconversión rápida para poder trabajar a la distancia. Ha sido tiempo de grandes esfuerzos por parte de profesores y de estudiantes para conseguirlo; esa adaptación no sólo se dio en el ámbito de la docencia, también en la investigación, la cual rápidamente se transformó en interdisciplinaria”.