“Se ha dejado crecer el fenómeno”, señala Jacobo Dayán, especialista en derechos humanos, sobre campos de exterminio y crimen organizado en México
Recientemente, el descubrimiento de dos campos de exterminio -uno en Teuchitlán, Jalisco, y otro en el sureste de Reynosa, Tamaulipas– se ha convertido en el foco de atención nacional. La cantidad de restos humanos calcinados y objetos personales que presuntamente corresponden a personas desaparecidas conmocionaron no sólo a México sino al mundo.
Estos lugares descubiertos por colectivos de familiares de desaparecidos mueven las interrogantes a la labor de las autoridades de todos los niveles en la problemática de desapariciones, reclutamiento forzado y otras actividades relacionadas con el crimen organizado.
En entrevista para A las 9 con Uno, el especialista en derecho penal internacional y derechos humanos, Jacobo Dayán, criticó la falta de acción de las autoridades ante los recientes hallazgos de campos de exterminio en Jalisco y Tamaulipas.
Dayán denunció que estos casos no son nuevos y evidencian una incapacidad para controlar el territorio y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
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Campos de exterminio, un problema de años
Dayán señaló que los campos de exterminio son un fenómeno documentado en México desde hace 10 a 15 años.
“Es un fenómeno que se viene documentado en México desde hace casi 10 o 15 años. ¿Cuáles han sido las condiciones? Pues evidentemente se deja crecer este fenómeno” afirma el especialista.
También destacó que las acciones que se han hecho para mitigar este fenómeno han sido reactivas y que “la indignación surge ahora por la magnitud de los hallazgos”.
“Colectivos han encontrado fosas clandestinas”, afirma Dayán
Dayán destacó el papel fundamental de los colectivos de búsqueda y la sociedad civil en el descubrimiento de estos campos.
“Los colectivos han encontrado casi la gran mayoría de las 17 mil fosas clandestinas registradas en el país. Estos casos no se hubieran dado a conocer sin su trabajo”, dijo.
“El trabajo ha sido, sobre todo de ellas, las madres, que han estado a picos y palas, prácticamente, sin tecnologías, sin perros, y todo lo que han encontrado”, agregó Dayán.
El especialista denunció que, en muchos casos, las autoridades han hecho caso omiso de las evidencias. “Llegaron, hicieron un operativo, detuvieron a algunos y les importó poco lo que había dentro. Es más que indiferencia, es complicidad por omisión”, aseguró.
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Hallazgos podrían impactar en la relación con EE. UU.
Dayán advirtió que estos hallazgos tienen implicaciones en la relación entre México y Estados Unidos, especialmente en temas de delincuencia organizada.
“Estos casos refuerzan la narrativa de un territorio sin ley en México, lo que podría afectar la cooperación bilateral”, explicó.
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Jacobo Dayan llama a no olvidar
El experto hizo un llamado a la sociedad para no olvidar estos casos y exigir acciones concretas a las autoridades.
“No podemos pasar de un escándalo a otro y en una semana esto probablemente se dé el olvido, como el caso de San Fernando, el caso de Akiete y muchos otros más, cientos de casos en este país. Esto nos debe llevar a generar empatía y exigencia”, concluyó.
