Cada que el territorio mexicano se ve azotado por inundaciones, derrumbes, lluvias, huracanes, sismos y otros fenómenos de la naturaleza, se echa a andar en la zona siniestrada el Plan DN-III, por parte del Ejército y la Fuerza Aérea; por ejemplo, en casos recientes como la inundación en Tequisquiapan, el derrumbe en el cerro del Chiquihuite en Tlalnepantla, Estado de México, o las inundaciones en Hidalgo, por mencionar sólo algunos.
En estos casos, siempre se menciona el Plan DN-III, pero ¿sabes en qué consiste? Acá te lo decimos.
¿Qué es el Plan DN-III?
El Plan DN-III es un programa que, por mandato presidencial en 1965, estableció la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para auxilio a la población civil con recursos humanos y materiales en caso de desastre, de acuerdo con una publicación en su sitio en redes sociales.
“Instrumento operativo militar que establece los lineamientos generales a los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para realizar actividades de auxilio a la población afectada por desastres de origen natural o humano, optimizando el empleo de los recursos humanos y materiales para su atención oportuna, eficaz y eficiente; apoyando, además, en la preservación de sus bienes y entorno”.
Fuente: Sedena
¿Cuándo empezó a funcionar?
Si bien se estableció en 1965, el Plan DN-III probó su eficacia un año después tras el desbordamiento del río Pánuco, el cual afectó parte de Tamaulipas y Veracruz. Gracias a la oportuna intervención, se logró una pronta recuperación de la zona siniestrada.
Este programa es muy conocido entre las autoridades civiles y la población en general; de acuerdo con los datos oficiales de la propia Sedena, después de su exitosa aplicación en los sismos de 1985 en la Ciudad de México, se decidió establecer la creación del Sistema Nacional de Protección Civil, donde participan, además de los organismos federales, los sectores privados y sociales.
¿En qué situaciones se aplica?
Según la propia Sedena, se considera la aplicación del Plan DN-III en tres casos: fenómenos geológicos, hidrometeorológicos y químico-tecnológicos.
En el caso de fenómenos geológicos derivados de las acciones y movimientos de la corteza terrestre, se contemplan sismos, erupciones volcánicas, tsunamis, derrumbes, hundimientos, agrietamientos, inestabilidad de laderas, entre otros.
En fenómenos hidrometeorológicos se consideran aquellos que se generan por la acción de agentes atmosféricos, como en el caso de ciclones tropicales, lluvias extremas, inundaciones pluviales, fluviales, costeras y lacustres, tormentas de nieve, granizo, polvo y electricidad; heladas; sequías; ondas cálidas y gélidas; y tornados.
Finalmente, los fenómenos químico-tecnológicos se generan por la acción violenta de diferentes sustancias y que provocan eventos destructivos como incendios, explosiones, fugas tóxicas, radiaciones y derrames.
¿En qué consiste el Plan DN-III?
Este plan de auxilio a la población civil en casos de desastre contempla tres fases: prevención, auxilio y recuperación.
La prevención ayuda a preparar una reacción a tiempo y a tomar medidas encaminadas a controlar, evitar o aminorar el daño de los desastres que afectan la vida y los bienes de la población, así como los servicios públicos y el medio ambiente.
De ahí que se realicen simulacros, reuniones con autoridades, recorridos, intercambio de información, monitoreo, entre otras acciones para estar atentos a cualquier eventualidad que se presente.
El auxilio se da con “acciones encaminadas a salvaguardar la vida de las personas, sus bienes, la planta productiva y a preservar los servicios públicos y el medio ambiente” con acciones como alertamiento, planes de emergencia, coordinación de la emergencia, evaluación de daños, seguridad, búsqueda, salvamento y asistencia; servicios estratégicos, equipamiento y bienes; salud y aprovisionamiento.
La recuperación está orientada al restablecimiento y reconstrucción del entorno y de la población, así como para reducir los riesgos de futuros desastres. En esta fase del Plan DN-III los miembros de las Fuerzas Armadas y del Ejército apoyan con acciones tales como retiro de escombro y lodo, evaluación de daños, recuperación provisional de vías terrestres de comunicación, distribución de despensas, restablecimiento de servicios básicos como agua, electricidad y garantizando la seguridad en las zonas afectadas.
Por estas acciones y los beneficios hacia la población, después de un evento natural es que el Plan DN-III sea tan reconocido entre los mexicanos. Ahora ya lo conoces un poco más.