Hasta ahora no se ha podido identificar ningún brote o transmisión importante de COVID-19 en cines o lugares de proyección pública alrededor del mundo, reveló un estudio realizado por Celluloid Junkie, una plataforma en línea dedicado al negocio mundial del séptimo arte.
Tras el cierre de espacios públicos como los cines a causa de la pandemia de COVID-19, debido al alto riesgo que los funcionarios de salud y gobierno dijeron que representan los espacios cerrados, los investigadores analizaron si había casos de coronavirus relacionados con asistir a las salas de proyección.
Según los resultados obtenidos, hasta la fecha, no se puede atribuir ningún brote o transmisión importante de COVID 19 a los cines, no obstante, los expertos sostienen que es imposible comprobar un resultado negativo.
- 95% de los cines alrededor del mundo estuvieron cerrados durante la primera ola del COVID-19.
¿Como determinaron el bajo riesgo de contagio en cines por COVID-19?
Para poder definir si los cines han sido fuente de algún brote de COVID 19, Celluloid Junkie ha utilizado distintas herramientas, para rastrear todas las noticias relacionadas entre el COVID 19 y los cines alrededor del planeta:
- Alertas de Google News: las cuales permiten rastrear diariamente noticias y artículos relacionados con el cine a lo largo del año.
- Traductor de Google: posibilitando expandir el seguimiento a las noticias más allá de una sola lengua.
- Constante contacto con los principales organismos del cine incluyendo: UNIC, NATO, MTAC, Global Cinema Federation, SAWA entre otros.
- Seguimiento a través de plataformas como LinkedIn, Twitter y Zoom, con cerca de 100 cadenas de cine alrededor del mundo desde sus operadores hasta su alta dirección
- Entrevistado a figuras destacadas de la industria del cine y mantenido estrecha comunicación con #CJCinemaSummit.
De esta forma, fue posible documentar de manera exhaustiva el posible impacto del coronavirus en una industria del séptimo arte
Otros estudios sobre el COVID-19 y estos espacios
En Corea del Sur, el Comité de Promoción Cinematográfica llevó a cabo un estudio bajo los auspicios del Comité de Gestión de Seguridad de la Industria Cinematográfica el 22 de septiembre donde analizó el estado de los casos de COVID 19 relacionados con los cines.
En él se encontró que entre el 1 de febrero y el 20 de septiembre de este año hubo 49 visitas por una persona que después fue diagnosticada con COVID 19 un cine. En total hubo 31.5 millones de visitas al cine durante este período de tiempo sin embargo ninguna de las 49 personas infectadas, previamente mencionadas, parece haber transmitido el virus a otra persona en la audiencia o al personal del cine.
Según Nocutnews, esto es el resultado del nivel mejorado de cuarentena y cooperación activa de la audiencia. Cabe destacar que el uso de cubrebocas en Corea, así como en China, Japón y los países del sur de Asia era común incluso antes de la pandemia.
Además, Corea del Sur también implementó importantes recursos tecnológicos para minimizar el contacto, a través de la emisión de boletos automatizada, estaciones de self service e incluso un robot de bienvenida.
Otro estudio que confirma que el cine es relativamente seguro, es el realizado por UC Davis Health, el cual indica que “los cines son unos de los ambientes cerrados de menor riesgo en términos de propagación potencial”.
Incluso, el Hermann-Rietschel-Instituts der Technischen Universität en Berlín ha señalado que “si sólo se respira en el cine el número de aerosoles inhalados éste sigue estando muy por debajo que una oficina donde se habla, incluso en una película excesivamente larga”.
Los expertos destacan que si bien un cine no representa un riesgo elevado de transmisión del virus SARS-CoV-2, esto no es lo mismo que afirmar que estos lugares no representan ningún riesgo alguno.
¿Por qué no son recomendables las reuniones?
La razón por la cual las reuniones en interiores aún siguen limitadas es debido a el COVID-19 se transmite principalmente a través de aerosoles como toser y estornudar, y no como se pensaba inicialmente a través del tacto con superficies infectadas.
Aunque en algunos países ya se permiten algunas reuniones en otras aún están detenidas, tal es el caso de Nueva York que permite a iglesias y boliches operar, pero no los cines.