Un estudio realizado en México reveló que el 44% de los pescados que se venden en restaurantes y pescaderías de algunas ciudades del país son sustituidos por especies más baratas.
El marlín, el huachinango y la curvina son los tres pescados más sustituibles en el mercado, al igual que el róbalo y la cabrilla, indica el estudio “#GatoXLiebre 2.0: dime qué pescado comes y te diré cómo te engañaron”, de Oceana México, realizado en Guadalajara, Jalisco; Mérida, Yucatán; Ensenada y Tijuana, Baja California.
Los resultados revelaron que el 100% de las veces que una persona compra marlín en un restaurante o pescadería, recibe otra especie diferente a la que compró; lo mismo ocurre con huachinango, el cual 88% de las veces es cambiado, y la curvina, con un 53%.
En el caso de quienes compran robalo, el cual puede llegar a costar casi los 500 pesos por kilo, en realidad reciben tilapia, cuyo precio de venta es de menos de 70 pesos. Lo mismo pasa con la cabrilla, cuyo costo por kilo es de 495 pesos, y se sustituye por basa, que tiene un precio de 80 pesos por kilo.
De acuerdo con el estudio, la sustitución de especies de pescado ocurre la mitad de las veces en pescaderías, mientras que en restaurantes ocurre dos de cada cinco veces.
Este engaño no sólo afecta a los consumidores que pagan un sobreprecio por pescados que no son los que ordenaron o pidieron, sino también a los pescadores, quienes tienen afectaciones graves debido a que se vende pescado importado, como la basa, a precio de un producto nacional, haciendo difícil competir en el mercado con productos importados baratos, ya que sus costos de producción son considerablemente menores.
- Para llevar a cabo el estudio se recolectaron e identificaron genéticamente 174 muestras de pescaderías y restaurantes tomadas en las cuatro ciudades indicadas
“Esta práctica perjudica nuestros bolsillos, ya que en ocasiones la diferencia de precio entre la especie solicitada y la obtenida llega a ser de 700%. Como consumidores tenemos derecho a recibir el producto por el que pagamos y tomar nuestras decisiones con la mejor información disponible”, dijo Mariana Aziz, directora de Campañas de Transparencia de Oceana México, la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo.
Además, la salud de los mares se ve afectada y se contrapone con los esfuerzos de protección de especies amenazadas, ya que en el caso del marlín y la cabrilla, los cuales son pescados de alta demanda, son sustituidos por tiburón mako, una especie amenazada de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Para evitar que esto siga sucediendo, Oceana trabaja con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) para construir una norma de trazabilidad que permita rastrear el pescado del barco al plato.
Aunque este proceso aún se encuentra en una etapa temprana, forma parte de las prioridades del Programa Nacional de Pesca y Acuacultura 2020-2024.