Los ladridos de Balam fueron de esperanza, pues localizó con vida a personas atrapadas bajo los escombros tras los sismos que azotaron a Turquía y a Siria.
Balam es un perro de rescate de la Cruz Roja Mexicana que junto a tres elementos caninos más y 15 rescatistas fueron reconocidos por su apoyo en aquella nación.
“Fue muy demandante, como ven Balam tiene una pequeña lesión en su nariz, creo que el semblante es de mucho cansancio mucha demanda de trabajo y bastante exigencia”.
Edgar Martínez, entrenador Balam
Balam es hijo de otro célebre can, su padre era Athos, el perro rescatista que fue envenenado en Querétaro.
“El trabajo del equipo mexicano porque fue un equipo completo y hay que mencionarlo”
Fernando Suinaga Cárdenas, presidente Nacional Cruz Roja Mexicana
Balam tiene cuatro años de edad y junto a su hermano Orly, siguen el legado de sus padres: Athos y Nanuc, quienes con su trabajo participaron en las labores de salvamento tres el sismo de 2017 en nuestro país.
“Los perros son seleccionados previamente con actitudes con temple, se ve quienes son los papás entonces desde ahí nosotros seguimos esa genética para que se pueda perseverar”.
Edgar Martínez, entrenador Balam
Después de permanecer casi dos semanas en Turquía, los rescatistas volvieron a México donde tomarán un descanso y les realizarán estudios para verificar su estado de salud.
Los binomios caninos de la Cruz Roja Mexicana que participaron en la misión a Turquía y que este día fueron reconocidos son:
- Yuli labrador y su entrenadora Gabriela López
- Rex, un pastor Belga y su instructor Ángel Daniel Hernández
- Balam y Orly, de raza Border Collie y su entrenador Edgar Martínez